4. Ciclo de Wilson y ciclos de supercontinentes
Las placas evolucionan con el tiempo: no sólo se mueven, sino que se fragmentan y se sueldan unas a otras. El proceso de fragmentación parece estar ayudado por la acción de los puntos calientes. El proceso de soldadura deja como huella una sutura, una banda deformada de residuos de corteza oceánica. Cuando la litosfera oceánica desaparece en la subducción, las suturas son los únicos indicios de los antiguos océanos. Los actuales continentes contienen muchas suturas que junto con los datos paleomagnéticos, sirven para reconstruir su historia.
El esquema básico que se obtiene reconstruyendo las suturas es muy simple: un continente se fragmenta; sus fragmentos se dispersan separados por un océano de tipo Atlántico; luego vuelven a aproximarse cuando el océano se convierte en uno de tipo Pacífico, hasta que colisionan formándose una sutura.
Esta evolución básica fue ya descrita en los años 60 por el geólogo canadiense Tuzo Wilson (1908-1993), que estableció una sucesión cíclica de procesos que se llamó el ciclo de Wilson. Representa actualmente la gran idea sintética de la dinámica terrestre.
En el ciclo se pueden distinguir las siguientes etapas: (si quieres ver la imagen a mayor tamaño, pulsa sobre ella)
Fases de ciclo de Wilson Imágenes adaptadas de Hannes Grobe en Wikimedia commons. Licencia cc |

Objetivos
Daría la impresión de que, exceptuando la aparición de una sutura, un continente que haya experimentado un ciclo de Wilson permanece sin cambios. Esto no es así: durante la etapa subductiva, los bordes destructivos de placa funcionan como fábricas de corteza continental. Se produce un crecimiento continental por medio de dos procesos: aportes de rocas de origen magmático, que intruyen y perforan la litosfera, y adición lateral de rocas sedimentarias de la corteza oceánica formando complejos subductivos.

Actividad
El ciclo de Wilson describe los movimientos de las placas y los procesos geológicos asociados a la dinámica de sus bordes, de modo cíclico; empezando por la fragmentación de los continentes y acabando por las colisiones de múltiples continentes que generan supercontinentes. Se ha comprobado que estos ciclos han ocurrido a lo largo de la historia de la Tierra de modo que los continentes se mueven, se fragmentan, se separan, colisionan y se vuelven a unir en ciclos con intervalos de 500 Ma aproximadamente.
A partir de los datos de paleomagnetismo, sedimentos y rocas de los fondos marinos, distribución mundial de organismos a lo largo del tiempo, etc., se han efectuado diversos intentos de reconstrucción de la posición de los continentes a lo largo del tiempo.
Las "pangeas" de Wegener, que ahora llamamos supercontinentes, no son sino la etapa final de un ciclo de fragmentación-colisión. La conclusión a la que se llega es que a lo largo de los tiempos fanerozoicos los continentes se han unido y separado dos veces.
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Laurasia y Gondwana. Imagen de Benoit Rochon en Wikimedia commons. Dominio público |
El primer ciclo (ciclo varisco o hercínico) duró todo el paleozoico: se inició poco antes del cámbrico con una etapa de fragmentación de la llamada pangea 1 y terminó con la colisión del carbonífero y pérmico formando otro supercontinente, la pangea 2. Precisamente esa etapa coincide con la orogenia hercínica, tiempo durante el cual se formaron muchas cadenas de montañas (orógenos).
El segundo ciclo (ciclo alpino) comenzó con la fragmentación triásica en dos supercontinentes: Laurasia al norte y Gondwana al sur, con el mar de Tehtys en medio, precursor del Mediterráneo. Posteriormente, en el Jurásico, aparecieron grandes dorsales que dieron lugar a la apertura de los océanos Atlántico e Indico y la separación de Antártida, India, Suráfrica y Suramérica. El Pacífico ha podido mantener la posición del antiguo mar global: Pantalasa, aunque reduciendo cada vez más su extensión.
En la actualidad, aunque se están dando al mismo tiempo inicios de extensión (rift), en el este de Africa, y procesos ligados a arcos insulares (sureste asiático) parece estar acabando un ciclo con la reciente orogenia alpina, que ha producido los dos grandes cinturones de cordilleras recientes y que aún se puede prolongar unos 50 m.a. más para terminar en un nuevo supercontinente.

Actividad
El crecimiento continental, una idea previa a la tectónica de placas, está demostrado por la distribución de edades en los continentes (núcleos antiguos, periferias jóvenes) y constituye otra de las ideas centrales de la nueva geología.

Conocimiento previo
Tuzo Wilson, después de largos años de investigación sobre la dinámica de la litosfera, llegó a sintetizar la importancia del descubrimiento de las placas litosféricas con la frase: "Es como si hubiéramos paseado por el puente de un barco con los ojos bajos sin levantar la vista para ver que el barco se estaba moviendo".

Objetivos
Condie en 1982, estudiando el magmatismo orogénico en rocas del precámbrico, llegó a la conclusión de que las placas continentales han tenido una historia rítmica de colisiones que se ha repetido cada 500 m.a. aproximadamente. Si las placas litosféricas llevan funcionando desde hace 2.500 m.a. (como se supone), es probable que en la historia de nuestro planeta se hayan sucedido 5 ciclos supercontinentales.

Pregunta Verdadero-Falso
Indica si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas
Retroalimentación
Falso
El Herciniano es del Paleozoico y el alpino comienza en el Mesozoico
Retroalimentación
Falso
Primero se forma un rift continental.
Retroalimentación
Verdadero
Efectivamente. Puedes comprobarlo en el esquema del ciclo.