2.2 Dinámica de los bordes constructivos y neutros
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Formación de un domo térmico y actuación de fuerzas distensivas que producen una caída de bloques escalonados y generan un valle de rift. |
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Cartografía de la fracturación y ubicación del Gran Valle del Rift en el Este africano y de los volcanes activos. |
Los continentes pueden presentar largas estructuras lineales con grandes fracturas producidas por distensión. El continente africano es el ejemplo más claro, con sus sistemas de fracturas y fosas tectónicas asociadas (depresiones escalonadas) con extensos afloramientos de rocas volcánicas. Al separarse esas grietas se debilita y adelgaza la corteza, disminuyendo la presión de las rocas subyacentes y facilitando su fusión y salida en aparatos volcánicos.
En el manto superior, la descompresión de la rotura produce magma aumentando el volumen y generándose un domo térmico. Los efectos de dicho domo son la distensión, la fusión y la elevación. En consecuencia, la corteza se debilita, adelgaza y estira, se curva y se fractura, con posible emisión de lava. En superficie, caen bloques escalonados hacia el centro formando una fosa tectónica en la que se ubica un profundo y largo valle, el valle de rift.
La existencia de lugares como el Mar Rojo, con fuertes anomalías térmicas, ha hecho pensar que los sistemas de fractura continental como los del este africano puedan evolucionar continuando la distensión y separando dos porciones de litosfera continental, al tiempo que se crea una nueva corteza con estructura oceánica que normalmente sigue hundiéndose y queda cubierta por el agua del mar.
A este proceso se le ha llamado oceanización y en él, el rift continental se transforma en una dorsal oceánica. A ambos lados se produce una extensión de los fondos oceánicos, aumentando la superficie de la nueva corteza y el desplazamiento entre los continentes.

Actividad
Los rifts son fosas tectónicas alargadas donde la corteza terrestre está sufriendo divergencia y distensiones, producto de la separación de placas tectónicas. Si el rift está activo, se producen sismos y volcanes y termina transformándose en una dorsal y la fosa tectónica en una cuenca oceánica.

Conocimiento previo
Es muy posible que los "puntos calientes" –la salida a la superficie de las plumas del manto-, hayan influido situándose en el lugar donde se ha producido la fracturación generando con anterioridad un domo térmico.
Como ya se ha visto en el apartado 1.3, las velocidades de extensión varían, dependiendo de la resistencia que opongan los continentes al desplazamiento. Las dorsales tienen el aspecto de cadenas montañosas cortadas por fracturas transversales, forman uno de los accidentes topográficos más importantes del planeta: una enorme red que se extiende por el fondo de los océanos y forma el “tubo de escape del motor Tierra".
En algunas expediciones submarinas, se han encontrado grietas longitudinales en el centro de las dorsales que recuerdan el aspecto de los rift. El hecho de que las rocas de las dorsales sean de edades muy recientes y el que no estén cubiertas de sedimentos hace pensar que corresponden a zonas de creación de corteza oceánica, siendo frecuentes las lavas almohadilladas (que sólo se forman en erupciones submarinas) y emisiones de gases y agua caliente. En algunas islas como Islandia, llegan a aflorar permitiendo observar en medio aéreo todos los procesos volcánicos que se supone que ocurren en las dorsales.

Objetivos
Los domos situados bajo las fracturas son alargados, pero no tienen por qué ser activos al mismo tiempo en todo su trayecto. De hecho, permanecen inactivos gran parte del tiempo, y al reanudar su actividad pueden hacerlo en lugares desplazados respecto a su antiguo eje, lo que justifica que las dorsales migren con el tiempo y que las velocidades de extensión puedan ser distintas en los dos sentidos.
Las dorsales se hallan entrecortadas transversalmente cada 50 a 100 km por la presencia de fallas transformantes, fracturas en las que se detecta una baja sismicidad y un desplazamiento lateral que permite diferencias de velocidades de extensión a ambos lados.
Geométricamente tienen planta curvada y son paralelas entre sí: corresponderían con arcos de circunferencias centradas en el polo de rotación de una placa. El movimiento de giro justificaría desgarres con diferencias de velocidades.
Algunas fallas transformantes de gran magnitud como la de San Andrés, la costa oeste de Canadá o la de Azores-Gibraltar, pueden jugar papeles importantes delimitando microplacas como la Adriática, Egea, Turca o Iraní, para el caso del Mediterráneo.
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Formación de las fallas transformantes en sentido perpendicular al eje de la dorsal. |
Fallas transformantes en la dorlas mesoatlántica |
Falla de San Andrés. Imagen de Johm Wiley en Wikimedia commons. Licencia cc |
