1.3. Los años 60 - 70: el cómic adulto
Tras el éxito de décadas de cómics orientados a un público infantil y juvenil, por fin desde la década de los setenta se comienza a publicar un cómic orientado a un público más adulto, hasta que tras la muerte de Franco en 1975 se produce una verdadera eclosión de libros, revistas, fanzines y cómics conocido como el boom del cómic adulto. Se editan verdaderas joyas ilustradas, las novelas gráficas, con más páginas que las destinadas a un público más joven, en formato vertical, con pasta dura y una impresión a color de alta calidad. En los sesenta estacaron novelas gráficas como Brigada Secreta o Celia, y dentro del demandado género de terror destacaron títulos como Dossier Negro, Drácula y Vampus, Sos y Vampirella (1974).
Vampirella se convirtió en todo un fenómeno de masas en la España postfranquista que salía de la oscuridad tras casi cuarenta años de dictadura, y supuso un enorme empuje para las editoriales que apostaban por este tipo de publicaciones underground destinadas a un público selecto reducido. A medio camino entre el terror y el erotismo, Vampirella tuvo dos ediciones simultáneas, la americana y la española, comandada por el dibujante Pepe González. Vampirella narra la historia de la protagonista, una vampira extraterrestre procedente de Drakulon, que tras asistir a unos humanos que se habían estrellado en su planeta, viaja a la Tierra en donde vive increíbles aventuras para liberarnos de los malvados vampiros terrestres.

Para saber más
La censura y hasta la violencia siempre han acompañado a las revistas críticas de este tipo. Al igual que ocurrió en otros países, los cómics fueron vigilados con lupa por los ministros de Franco, que pegaban terribles tijeretazos a aquellos contenidos considerados como indecorosos: armas, demasiada violencia, terror, lenguaje obsceno, etc. El Capitán Trueno estuvo estrechamente vigilado debido a su enorme éxito, al igual que Zipi y Zape, que debieron suavizar su rebeldía contra su padre, y Carpanta dejó de ser tan pobre pues en la España de Franco nadie pasaba hambre.
La revista El Papus sufrió un atentado en 1977 en el que murió el portero. El Jueves ha sido en numerosas ocasiones censurado, sus ejemplares secuestrados y hasta sus dibujantes multados, como ocurrió en 2007 cuando en la portada aparecieron los entonces Príncipes de Asturias Don Felipe y Doña Letizia haciendo el amor en su dormitorio. Y el equivalente francés de El Jueves, la revista Charlie Hebdo sufrió en 2015 un terrible atentado por parte de los terroristas del Estado Islámico, quienes asesinaron a once personas y justificaron el ataque alegando que se vengaban por unas publicaciones ofensivas de Mahoma.
De entre las revistas, cabe destacar a Totem, Blue Jeans, Bésame mucho, Sargento Kirk, Vértigo y El Jueves, que aún hoy se sigue publicando con un elevadísimo número de lectores. Tuvieron mucho éxito las historias de Paracuellos, Makoki, Makinavaja o Frank Cappa. Quizás las revistas más importantes durante la década de los setenta que cobraron especial relevancia en los años de la Transición democrática fueron Trinca, publicada a partir de 1970, y El Víbora, publicada a partir de 1979. En ellas aparecen personajes marginales que con su lenguaje coloquial, su aspecto desaliñado, el uso de drogas y el sexo pretenden llamar la atención de las clases sociales más desfavorecidas. En la editorial del primer número de El Víbora aparecían las siguientes frases: no tenemos ideología, no tenemos moral… si aún te quedan fe e ideales no nos acompañen.
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Ejemplar secuestrado de El Jueves |
Vampirella |
En la actualidad, el cómic adulto en general vive una segunda edad de oro, con títulos como Persépolis, de Marjane Satrapi; Maus, sobre la Europa nazi, de Art Spiegelman; o Génesis, de Robert Crumb, que han revalorizado el género del cómic de autor para adultos y han revalorizado el mundo de la ilustración, que en pleno auge digital veía muy amenazada su continuidad.

Curiosidad
También existió un cómic dedicado a la población femenina española. En la década de los cuarenta surge la primera revista que publicaba historietas para niñas llamada Mis Chicas, con personajes muy edulcorados, con buenos modales que exaltaban los valores de la bondad, la maternidad, la obediencia y el cuidado de la belleza. En 1947 aparece el personaje más famoso de este tipo de publicación: Azucena, que supuso todo un éxito de ventas y que le vino muy bien al régimen de Franco pues ensalzaba valores de modestia, obediencia y austeridad, es decir, que reflejaba una imagen de mujer sumisa y obediente que le venía de perlas al régimen dictatorial que gobernaba España por aquel entonces. Pronto le surgieron imitadoras como Mariló, Florita y Sissi, pero ninguna alcanzó la fama y popularidad de Azucena.
En 1962 la editorial Bruguera publica Lily, con protagonistas más actuales que ejercen profesiones como azafata o secretaria, y también surge el entrañable personaje de Mafalda, que aunque no estuviera destinado a un público estrictamente femenino sí que podemos hablar del primer cómic de éxito internacional protagonizado por una chica.

Importante
Durante los años de la Transición surge el boom de las publicaciones underground para adultos, con series exitosas como Vampirella, a medio camino entre el cómic erótico y de terror. Aparecen también revistas con alta carga irónica, crítica y reivindicativa, como Trinca, El Víbora y El Jueves, que aún se publica con un más que notable éxito.

Pregunta Verdadero-Falso
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Franco murió en 1975, comenzando los años de la Transición
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Falso
Tuvo las ediciones simultáneas española y norteamericana
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Verdadero
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El Jueves se sigue publicando hoy día