2.2. Vente para Alemania Pepe
De Jaén a Frankfurt, pasando por Barcelona.
En 1945, la mayor parte del continente europeo se hallaba destrozado. Seis años de guerra aniquiladora habían destruido la mayor parte del sistema industrial de muchos países del continente y habían arrasado un gran número de ciudades.
Los años de postguerra fueron durísimos en la mayor parte de los países contendientes, pero ya en la década de los cincuenta se inició una rápida reconstrucción.
Sin embargo, la población que vivía en esos territorios había sufrido también mucho el impacto del conflicto bélico y faltaban las manos para ayudar a la reconstrucción de esos países.
España, por aquella época, era por el contrario un país con una población en continuo crecimiento y con una economía que no ofrecía trabajo a tantas manos jóvenes como existían.
De esa doble situación se deriva el hecho de que desde comienzos de los años sesenta hasta mediados de los setenta, un elevado número de jóvenes españoles decidieran hacer las maletas y buscar trabajo en países como Alemania, Francia, Suiza, Bélgica, etc. Estos países necesitaban personas dispuestas a trabajar por un sueldo no muy elevado para los habitantes de estos territorios, pero que sin embargo sí lo era para quienes abandonaban una España que todavía era pobre y atrasada en muchos aspectos.
Fue en las regiones del sur, particularmente en Andalucía, Extremadura y las dos castillas, donde la población en edad de trabajar comenzó a desplazarse en busca de un trabajo mejor. Jaén y Córdoba en particular, fueron dos provincias en las que el número de salidas registradas alcanzó un volumen particularmente elevado.
El destino eran las grandes ciudades industrializadas de Europa Occidental. Muchos de esos emigrantes recalaron en regiones del norte de España, en particular en Cataluña y en el País Vasco, pero un número muy elevado, acabaron asentándose en los países antes mencionados donde contribuyeron enormemente con su esfuerzo.
Documental sobre la emigración extremeña a Europa.
Publicado en You Tube por Torman 1962.
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Objetivos
Cientos de miles, buscaron trabajo en Europa.
Los tópicos sobre la emigración española a Europa quedan reflejados en películas como esta que puedes observar, "Vente a Alemania, Pepe", rodada en 1971.
Subida por Filmotech en You Tube.
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El volumen exacto de la emigración española hacia Europa no se sabe con precisión. Las fuentes de la época no eran demasiado rigurosas a la hora de contabilizar las salidas y aunque por aquellos años se creó el Instituto Español de Emigración, el control que ejercía sobre las personas que optaban por esta salida no permite saber con seguridad cuántos fueron los que se marcharon.
Las estimaciones del número de emigrantes a Europa son muy dispares. La estadística oficial señala que debió ser un número aproximado al millón de personas, pero otros autores consideran a esa cifra como excesivamente baja y estiman que pudo ser cerca del doble de la cantidad que el gobierno de Franco reconoció.
El papel que jugaron estos emigrantes en la economía española del momento fue decisivo para que el país comenzara a levantarse económicamente y saliera del subdesarrollo en el que se encontraba. Ello, unido a la llegada masiva del turismo, fue uno de los pilares del desarrollismo franquista durante la década de los años sesenta.
Las remesas de dinero que los emigrantes enviaban desde los países en los que trabajaban, ayudaron junto a las divisas de los turistas a equilibrar la deficitaria balanza comercial española basada en unas abundantes importaciones y, por el contrario, con una escasa capacidad exportadora.
Para los países europeos, la llegada de los emigrantes españoles significó encontrarse con una mano de obra barata y bastante eficaz, a la que encargaba todos aquellos trabajos duros y difíciles que los propios europeos no estaban dispuestos a llevar a cabo salvo por un salario muy superior al que recibían los españoles que sí los aceptaban.
Algo así como lo que pasa actualmente en España con los inmigrantes, solo que al revés ...

Pre-conocimiento
El regreso no fue fácil, aunque algunos decidieron quedarse.
Esta escena de la película "un franco, catorce pesetas", narra de forma muy impactante la realidad con la que se encontraron numerosos emigrantes cuando regresaron a España. Publicada en You Tube por ermurodiaz. |
En 1973, los países europeos se vieron envueltos en una dura crisis económica a la que se conoce con el sobrenombre de "la Crisis del Petróleo". La consecuencia inmediata de la misma es que muchas empresas comenzaron a tener graves problemas y redujeron sus plantillas de trabajadores.
Los más afectados por ese hecho fueron, lógicamente, los trabajadores emigrantes que desempeñaban su labor en las mismas. En poco tiempo, se encontraron con la alternativa de tener que vivir de los subsidios de desempleo o de tener que regresar a su país de origen.
Un grupo no demasiado numeroso, decidió permanecer en el lugar en el que había encontrado trabajo, pero otro mucho mayor optó por el camino de volver a España. El regreso fue mucho más difícil de lo que en principio parecía. En España la situación económica también había empeorado, el desempleo había crecido mucho más que en el resto de Europa y las oportunidades de la década del desarrollismo ya habían pasado.
La consecuencia fue que al volver se encontraron con que las dificultades para hallar un nuevo empleo eran mucho más grandes que en los países que acababan de abandonar. Esa fue una de las causas de que el desempleo creciera desmesuradamente en España durante la segunda mitad de los años setenta y durante la primera mitad de los ochenta.