4. Gestión sostenible del agua
El agua es imprescindible para la vida. Es a la vez medio y recurso, y el ser humano no es el único beneficiario.
La gestión sostenible del agua es una cuestión crítica para el futuro del planeta y las diferentes adminsitraciones se están haciendo cada vez más conscientes de su vulnerabilidad ante la escasez de agua debido al crecimiento demográfico, al crecimiento económico, a los nuevos patrones de consumo (mayor consumo de carne), al cambio climático, etc.
Algunas formas de asegurar un futuro sostenible en materia hídrica están representadas en la siguiente infografía:
![]() |
Infografía de Raúl Herrero en iagua. Autorizado su uso bajo condiciones de cita |
Es muy importante recuperar el equilibrio entre el consumo de agua dulce y su renovación natural, y realizar un esfuerzo en concienciar respecto al uso responsable del agua en beneficio de las generaciones presentes y futuras.
Una agricultura de precisión puede producir más y con menos agua respecto a los métodos tradicionales. En las industrias y en las ciudades también se puede ahorrar agua.
Y es posible reducir la extracción de agua aumentando la reutilización, utilizando fuentes alternativas como la captación del agua de lluvia y mejorando eficiencias en procesos de producción (agricultura, industria, etc.)
Problemática asociada a la gestión del agua en Andalucía
El agua es un recurso natural cada día más escaso.
Esta escasez adquiere mayor relevancia al considerar territorios que, como el andaluz, están sujetos a un clima caracterizado por la irregularidad de las precipitaciones. Penuria que se ve acentuada por un uso, no solo masivo y despilfarrador, sino también ir respetuoso; así, se devuelven a los cauces tras su utilización aguas que, en muchos casos, carecen de las características mínimas para otros usos y, como problema añadido, suponen un atentado para fauna y flora.
¿Cuáles son las claves de la gestión del agua en Andalucía?
En la parte occidental, una de las claves de la sostenibilidad consiste en planificar adecuadamente la gestión del agua embalsada.
Por otra parte, en Andalucía oriental, las demandas agrícolas y urbanas exceden con mucho las escasas reservas de agua de los embalses y el volumen medio de la recarga de acuíferos.
Vivimos del capital natural, consumiendo agua fósil almacenada en nuestros sistemas subterráneos. Este agua no se recupera ni se restaura.
Los recursos hídricos más sobreexplotados coinciden con las áreas de agricultura intensiva de invernadero.
![]() |
Invernaderos en el Ejido (Almería) Imagen de MdeVicente en Wikimedia Commons. Dominio público |
A pesar de los trasvases y del uso creciente del agua desalada, el nivel de consumo de recursos es muy superior a la recarga de los acuíferos. Es necesario por lo tanto disminuir las tasas de sobreexplotación y de contaminación de origen agrícola de los acuíferos subterráneos, que son nuestras auténticas fábricas de agua, de las que depende el futuro agrícola y turístico de la comunidad andaluza.