3.2. Test psicológicos (STAI, ZUNG-CONDE, EPI y EDI)

Test psicológicos.
Imagen de elaboración propia
Algunos de los test o cuestionarios utilizados en psicología del deporte y que se presentan a continuación son los siguientes: STAI, ZUNG-CONDE, EPI y ED I. Remarcar que todos ellos solo pueden ser utilizados por profesionales de la psicología, y que se recomienda que se utilicen como complementos a otros instrumentos o procedimientos (entrevista, observación, etc.), con los que contrastar y valorar con mucha cautela los datos obtenidos.
3.2.1. State-Trait Anxiety Inventory (STAI)
El inventario conocido como STAI, de Spielberger, Gorsuch, y Lushene (1970), o Escala de Ansiedad Estado/Rasgo en su adaptación española (Spielberger, C.D.; Gorsuch, R.L. y Lushene, R.E., 2008) es un cuestionario de autoaplicación que evalúa de forma separada el nivel de ansiedad estado y el de ansiedad rasgo, y es aplicable a la población general (adultos y adolescentes).
Está conformado por 40 ítems, de los que la mitad pertenecen a la subescala ansiedad estado, formada por frases que describen cómo se siente la persona en ese momento, y la otra mitad a la subescala ansiedad rasgo, que identifican cómo se siente la persona habitualmente. Se debe contestar a los ítems teniendo en cuenta que 0 = nada, 1 = algo, 2 = bastante y 3 = mucho. La puntuación para cada escala puede oscilar de 0 a 30, indicando las puntuaciones más altas mayores niveles de ansiedad. También existen baremos en puntuaciones centiles para adultos y adolescentes.
Importante
La ansiedad rasgo competitiva es una tendencia a percibir las situaciones competitivas como amenazantes y responder a esas situaciones con sentimientos de aprensión o tensión; mientras que la ansiedad estado competitiva es un estado emocional inmediato caracterizado por sentimientos de aprensión y tensión asociados a la activación del organismo, que se produce en situaciones de competición (Martens, 1977; citado por Sosa, 2008, pp. 63-64).
Destacar aquí que uno de los autores pioneros más relevantes en el estudio de la ansiedad competitiva fue Martens. Este autor se basa en las definiciones de Spielberger sobre ansiedad estado y ansiedad rasgo y las conceptualiza refiriéndose a una situación concreta: la competición deportiva.
Para su medida, Martens (1977) construyó el Sport Competition Anxiety Test (SCAT) o Cuestionario de Ansiedad Competitiva, y posteriormente Martens, Burton, Vealey, Bump y Smith (1982) desarrollaron el Competitive State Anxiety Inventory-2 (CSAI-2) o Cuestionario de Ansiedad Estado ante la Competición-2, revisando el CSAI original, basado en la Escala de Ansiedad Estado del Inventario de Ansiedad Estado/Rasgo (STAI) de Spielberger.
3.2.2. Zung-Conde
La Escala Autoaplicada de Depresión de Zung (Self-Rating Depression Scale, SDS), desarrollada por Zung en 1965, es una escala de cuantificación de síntomas de depresión, donde se da un mayor peso al componente somático-conductual del trastorno depresivo. Fue probablemente una de las primeras en validarse en nuestro país (Conde, Escribá e Izquierdo, 1970) y ha tenido una amplia difusión, de ahí el nombre de Zung-Conde.
Se trata de una escala autoaplicada formada por 20 frases relacionadas con la depresión, formuladas la mitad en términos positivos y la otra mitad en términos negativos. Tienen gran peso los síntomas somáticos y los cognitivos, con 8 ítems para cada grupo, completándose la escala con 2 ítems referentes al estado de ánimo y otros 2 a síntomas psicomotores.
La persona no cuantifica la intensidad, sino solamente la frecuencia de los síntomas, utilizando una escala tipo Likert de 4 puntos, desde 1 (raramente o nunca) hasta 4 (casi todo el tiempo o siempre). El marco temporal no está claramente establecido, y así en unas versiones se le pide al paciente que evalúe la frecuencia de los síntomas de modo indeterminado o con una expresión tal como “recientemente”, mientras que en otras se hace referencia a “su situación actual”, o a la semana previa.
El rango de puntuación es de 20–80 puntos, diferenciándose 4 niveles: No depresión, Depresión leve, Depresión moderada y Depresión grave.
3.2.3. Eysenck Personality Inventory (EPI)
El Eysenck Personality Inventory (EPI), o Inventario de Personalidad de H.J. Eysenck y S.B.J. Eysenck (EPI), data de 1964, con adaptación española de Sánchez Turet y Cuadras en 1972, y es aplicable a adolescentes a partir de 14 años y adultos. Sirve para evaluar dos dimensiones de la personalidad: neuroticismo y extraversión (con sus dos subescalas: impulsividad y socialización), o dos grandes factores bipolares: la extraversión-introversión (E) y el neuroticismo-estabilidad (N), e incluye una escala de sinceridad (S) con la que se puede identificar a los sujetos que tienden a responder en una dirección "deseable".
Los dos ejes, extroversión-introversión y estabilidad-inestabilidad emocional, definen cuatro cuadrantes que están integrados de la siguiente manera:
- Extrovertido estable (sanguíneo, cualidades: comunicativo, responsable, sociable, vivaz, despreocupado, líder).
- Extrovertido inestable (colérico, cualidades: sensible, inquieto, excitable, voluble, impulsivo, irresponsable).
- Introvertido estable (flemático, cualidades: calmado, ecuánime, confiable, controlado, pacífico, pensativo, cuidadoso, pasivo).
- Introvertido inestable (melancólico, cualidades: quieto, reservado, pesimista, sobrio, rígido, ansioso, temperamental).
Investigaciones posteriores demostraron la necesidad de incorporar una tercera categoría al temperamento: psicoticismo-socialización.

Figura 3. Rasgos asociados con el antiguo esquema
de los temperamentos basado en el modelo Eysenck de personalidad .
Imagen tomada de Bases Biológicas de la Personalidad
Este cuestionario consta de 57 ítems que hay que contestar eligiendo entre las opciones SÍ y NO. Tiene dos formas paralelas (A y B) que permite el retest en un tratamiento experimental, sin la interferencia de los factores de memoria. En la forma A es posible, además, desglosar la extraversión en sus dos grandes componentes, la impulsividad y la sociabilidad, de las que el manual ofrece baremos con muestras grandes. Puntuaciones altas en neuroticismo (N) indican hipersensibilidad, labilidad emocional, ansiedad y depresión, mientras que puntuaciones bajas indicarían equilibrio emocional. Puntuaciones altas en extraversión (E) indican expansividad social, desinhibición, interés por los contactos sociales y las actividades grupales, mientras que puntuaciones bajas en este factor indicarían introspección y retraimiento. Existen baremos de escolares (varones y mujeres) y profesionales (varones y mujeres).
El cuestionario EPI ha mostrado ser de gran utilidad tanto en situaciones de psicología aplicada (clínica, industrial y escolar) como de investigación para controlar variables de personalidad.
Pero no se debe finalizar este subapartado relacionado con variables de personalidad sin citar otros cuestionarios clásicos, como son el 16PF de Cattell, versión 5 (Cattell, Cattell y Cattell, 1993); el Big Five Questionnaire (BFQ) o de los Cinco Grandes Factores (Bermúdez, 1995): estabilidad emocional, sociabilidad, apertura, cordialidad y confianza, y conciencia (Dosil, 2004); el Minnesota Multiphasic Personality Inventory (MMPI), o Cuestionario Multifásico de Personalidad de Minnesota, de Starke, Hathaway y McKinley, publicado por primera vez en 1943 (Hathaway y McKinley, 1970,1975); o el Profile of Mood States (POMS), Cuestionario para la Medición de los Estados de Ánimo en el Deporte de McNair, Lorr y Droppleman (1971), ya citado en el Tema 2.1.
3.2.4. Eating Disorder Inventory (EDI)

Inventario de Trastornos de la Ingesta.
Imagen de elaboración propia
El Eating Disorder Inventory(EDI), o Inventario de Trastornos de la Ingesta, fue diseñado por Garner, Olmstead y Polivy en 1983. No debe confundirse con el Eating Disorders lnterview (EDI), que es una entrevista estructurada para detectar en la población general alteraciones del comportamiento alimentario, ni con su antecesor, el Cuestionario de Actitudes ante la Alimentación (Eating Attitudes Test, EAT), diseñado por Garner y Garfinkellen en 1979 para la evaluación de las actitudes y del comportamiento en la anorexia. Su intención era diseñar un instrumento fácil de administrar y corregir y que resultara sensible a los cambios sintomáticos a lo largo del tiempo. Se trata de una herramienta muy utilizada para la evaluación de los desórdenes alimentarios.
El EDI, o Inventario de Trastornos de la Ingesta, es un cuestionario de autoaplicación de 64 ítems, agrupados en 8 subescalas: obsesión por la delgadez (drive for thinness) (DT), bulimia (B), insatisfacción corporal (body dissatisfaction) (BD), ineficacia (ineffectiveness) (I), perfeccionismo (perfectionism) (P), desconfianza interpersonal (interpersonal distrust) (ID), conciencia introceptiva (interoceptive awareness) (IA) y miedo a la madurez (maturity fears) (MF). Las tres primeras están directamente relacionadas con el peso, la silueta corporal y las conductas alimentarias. El resto exploran algunos aspectos psicológicos pertinentes en los trastornos del comportamiento alimentario (TCA).
El Eating Disorder Inventory-2 (EDI-2), o Inventario de Trastornos de la Conducta Alimentaria-2, de Garner (1998), es un instrumento de autoinforme basado en el EDI, muy utilizado para evaluar síntomas que normalmente acompañan a la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa.
Consta de 91 ítems, con un formato de respuesta de 6 categorías en las que los sujetos deben indicar si cada situación les ocurre “nunca”, “pocas veces”, “a veces”, “a menudo”, “casi siempre” o “siempre”, que ofrecen puntuaciones en 11 escalas que son clínicamente relevantes en el caso de trastornos de la conducta alimentaria. Tres escalas evalúan actitudes y conductas relacionadas con las conductas, el tipo y el peso (Obsesión por la delgadez, Bulimia e Insatisfacción corporal) y ocho escalas más generales referidas a rasgos psicológicos que son clínicamente relevantes en este tipo de trastornos: Ineficacia, Miedo a la madurez, Perfeccionismo, Ascetismo, Desconfianza interpersonal, Impulsividad, Conciencia introceptiva, Inseguridad social.
Fuera del ámbito clínico, el EDI representa una forma rápida y económica de detectar sujetos que presentan trastornos de la conducta alimentaria “subclínicos” o que tienen riesgo de desarrollar en el futuro este tipo de conductas. Así, puede aplicarse con facilidad en colegios, equipos deportivos, escuelas de danza y otros grupos que puedan tener predisposición a esta patología. Puede asimismo usarse de una forma más general en poblaciones de jóvenes y adolescentes con fines preventivos o para la realización de estudios epidemiológicos.
No obstante, aunque el EPI-2 es útil como prueba de screening, hay que remarcar que no es conveniente su uso como único instrumento para llegar a un diagnóstico definitivo, sino que puede servir como un primer paso para seleccionar a las personas a las que conviene entrevistar posteriormente.
Además de estos cuestionarios existen otros muchos que pueden ser muy útiles tanto en la identificación y selección de deportistas como en su formación, seguimiento y entrenamiento, como es el caso del cuestionario CPRD (ya tratado en el Tema 1.2 del Ciclo Inicial de Técnico Deportivo) o Características psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo, de Fernando Gimeno (Gimeno, Buceta y Pérez-Llantada, 2001) que, en palabras de su propio autor (Gimeno y Guedea, 2001):
“Tiene una estructura factorial definida por 5 escalas que aglutinan un total de 55 ítems. Estas escalas e ítems incluyen variables psicológicas que tienen una relación con el rendimiento deportivo. Algunas de ellas de forma explícita, en concreto las que representa cada escala: control del estrés, influencia de la evaluación del rendimiento -que es una variable de estrés específica-, motivación, habilidad mental, y cohesión de equipo; y otras con contenidos más específicos vinculados al contenido central que delimita la escala, como es el caso de la escala de 'control del estrés', en la que se agrupan ítems referidos a la autoconfianza, al funcionamiento atencional en presencia de situaciones potencialmente estresantes, y al nivel de activación”.
Otro es el Cuestionario de Habilidades Psicológicas y Conductas en el Deporte de Competición–Escala infantil-juvenil (CHPCDC), de Godoy-Izquierdo, Vélez, Ramírez y Andreu (2006), que consta de 45 ítems distribuidos en 20 subescalas que evalúan tanto las conductas como las habilidades psicológicas de autorregulación relevantes en el deporte.
En esta misma línea también se encuentra la Batería de Test Psicológicos para Deportistas–Salamanca (BTPD-S), de los autores españoles Fernández-Seara, Fernández-Navarro y Mielgo (1999), editada y comercializada por Psymtéc (Sosa, 2008, p. 152).
En lengua inglesa existen bastantes más instrumentos diseñados específicamente para evaluar el nivel de dominio de las habilidades psicológicas en deportistas jóvenes, como el Ottawa Mental Skills Assessment Tool-3 -OMSAT-3- (Durand-Bush, N.; Salmela, J. H. y Green-Demers, I. (2001); el Athletic Coping Skills Inventory-28 -ACSI-28 (Smith, R.E.; Schutz, R.W.; Smoll, F.L. y Ptacek, J. (1995), versión española de Graupera, Ruiz Pérez, García Coll y Smith (2011) y el Psychological Skills Inventory for Sports–PSIS (Mahoney, Gabriel y Scott Perkins, 1987), actualmente PSIS-R5 (5ª revisión), entre otros.
Importante
Es conveniente recalcar de nuevo que el uso de test y cuestionarios de Psicología del deporte no debe ser la única herramienta para realizar valoraciones y diagnósticos que puedan usarse para realizar detección de talentos ni para seleccionar deportistas, sino que siempre deben ser un complemento a otras técnicas o procedimientos, como entrevistas personalizadas, observación de la conducta, etc.