2. Historia de la televisión en España
Orígenes de TVE
Primera emisión de TVE
Se conservan pruebas suficientes para afirmar que la televisión fue un invento que despertó gran interés en distintos sectores de la sociedad de la República de España, pero no sería hasta 1948 cuando se realizaran las primeras emisiones de prueba en Barcelona (Feria de Muestras) y Madrid (Círculo de Bellas Artes) realizadas por Philips y la RCA norteamericana para convencer a las autoridades públicas de la dictadura de las bondades de su implementación.
Entre 1951 y 1952, Televisión española (TVE) comienza sus emisiones de prueba. Las emisiones regulares no comenzarán hasta las 20:00 del 28 de octubre de 1956, y los contenidos iniciales fueron desde discursos oficiales o misas hasta entregas del Noticiario Documental hasta entonces exhibido en cines o actuaciones de orquestas. Durante sus tres primeros años de existencia, TVE sólo podrá sintonizarse en Madrid por cuestiones técnicas de cobertura. Será en 1959 cuando se empiece a emitir la televisión en Barcelona y Zaragoza, utilizando de evento fundacional un partido entre el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona. Desde ese momento, la televisión se fue expandiendo por los distintos territorios del estado hasta terminar por llegar a todas las comunidades cuando aterrizó en las Islas Canarias en febrero de 1964.
Fotograma de la primera emisión de TVE desde detrás de las cámaras
Sin embargo, el acceso a la televisión era aún limitado por cuestiones económicas. Por eso el Estado desarrolló políticas para incentivar al consumo, como la venta de los aparatos a plazos. También se fomentó la publicidad televisiva con tarifas de emisión mucho más bajas que las de otros medios de comunicación. A finales de los 60 se calcula de manera algo imprecisa que en España existían tres millones y medio de televisores en los hogares, lo que cubría alrededor de un 40% de los hogares españoles. Estos últimos años de la década serán conocidos como la Edad de Oro de TVE. La producción televisiva de series como El Santo o Los inocentes; concursos como Un, dos, tres… Responda otra vez; o la edición televisiva del Eurovisión que ganará Massiel (1968) ayudarán a que el televisor se convierta en un objeto de presencia obligatoria en cada casa.