4. Valor adaptativo de la cultura

                                            Fotografía de Unsplash en Pixabay Licencia CCO

Todos podemos observar los cambios que los seres humanos han realizado de los diferentes entornos naturales. Sin llegar a la manipulación y desenfreno con la que el ser humano moderno y contemporáneo transforma y degrada la naturaleza, incluso las culturas más armónicas con el medio natural modifican el entorno.

Mientras el resto de los animales para su supervivencia no poseen los medios necesarios para transformar el medio natural de manera sustancial,  porque su supervivencia depende en gran medida del instinto,  el ser humano sí dispone de otros recursos gracias al aprendizaje cultural.

El aprendizaje es un factor indispensable para garantizar la supervivencia en el ser humano, logrado a partir de su desarrollo cerebral. El poder controlar el aprendizaje abre al ser humano nuevas perspectivas para el control de su supervivencia y genera ciertas posibilidades para garantizarla. El resto de los animales carece de este control.

Por ello podemos afirmar, que el ser humano ha pasado de la evolución biológica a la evolución cultural, lo que equivale a decir que de adaptarse al medio a través de cambios físicos que no dependen de él, el ser humano ha pasado a adaptarse al medio a partir de cambios culturales que sí dependen de él. Esta situación es la que ha llevado a afirmar una realidad aplastante al observador del entorno actual:

La cultura tiene un valor adaptativo: la cultura nos adapta al medio mejor que la genética, pues gracias a ella el ser humano adapta el medio a sí mismo. En este sentido se afirma que mientras en los demás animales se da una selección natural, en el ser humano se desarrolla una selección cultural: lo que nos permite sobrevivir en el medio no son sólo los cambios biológicos sino que son los cambios culturales los que nos permiten afrontar las hostilidades del medio para la supervivencia.

De esta forma podemos afirmar que el ser humano no tiene hábitat- conjunto de factores físicos y geográficos que proporcionan un espacio en el que las especies pueden vivir y reproducirse- porque aunque parta de un hábitat tiene mundo, es decir, posibilidad de transformar el entorno.

Importante

El ser humano ha pasado de la evolución biológica a la evolución cultural, de adaptarse al medio a adaptar el medio a él, gracias a los cambios culturales alcanzados por medio del aprendizaje,  herramienta que depende, en cierto sentido, de él.

De ahí que podemos afirmar que la cultura tiene un valor adaptativo.

Comprueba lo aprendido

Pregunta 1

El aprendizaje es un factor indispensable para garantizar la supervivencia en el ser humano

Pregunta 2

El ser humano ha pasado de la evolución biológica a la evolución cultural, de adaptarse al medio a adaptar el medio a él.

Pregunta 3

La cultura no tiene un valor adadaptativo

Reflexiona

Hablamos del valor adaptativo de la cultura porque no hemos vivido sin transformar la naturaleza. Pero, ¿ hay en esta afirmación una aceptación de nuestra incompetencia de vivir armónicamente con el resto de los seres vivos, basada en la creencia de la superioridad  otorgada por el lenguaje y la inteligencia respecto al resto de los seres vivos?

Para saber más

Las primeras culturas humanas (culturas del paleolítico) eran relativamente estables y armoniosas con la naturaleza. Estas formas de vida basadas en la caza, la pesca y la recolección duraron cientos de miles de años.
Algunos de sus hitos más importantes fueron el dominio del fuego o el uso de un lenguaje lo que permitió comunicarse mejor y elaborar estrategias de caza.
Pero, pese a ser culturas muy primitivas, ya albergaban creencias de tipo religioso, como lo demuestra el hecho de que enterraran a los muertos.
La Revolución agrícola del Neolítico supuso una serie de cambios encadenados: aumento demográfico, sedentarismo, desarrollo de los conocimientos, la escritura nacimiento de los primeros estados y religiones organizadas, etcétera.
A su vez, este proceso de desarrollo histórico se difundió a otros grupos, que se vieron obligados a adoptar esos cambios. Es el fenómeno de la difusión cultural.
Este proceso tuvo, entre otras consecuencias, una progresiva pérdida de contacto con el vínculo originario, con la necesidad adaptativa que se encuentra en su origen.
La cultura genera un entorno artificial, con necesidades propias, con problemas diferentes, y los actores sociales se ven involucrados en un sistema de valores, creencias y costumbres artificialmente separados del entorno natural.
Por ello, todos estos cambios desembocaron finalmente en formas de vida alejadas del equilibrio con la naturaleza.
No obstante, el ser humano es un ser cultural por naturaleza, por lo que podemos afirmar que la cultura es el hábitat o nicho ecológico de nuestra especie.