La arquitectura TCP/IP, comparándola con el modelo OSI, se puede considerar como un modelo simplificado de la misma. Debe su nombre a los protocolos más importantes de este modelo: IP y TCP.
Tanto TCP/IP como el modelo OSI compitieron al principio. TCP/IP era más simple y se desarrolló antes frente a OSI, cuyas primeras implementaciones no tuvieron un resultado satisfactorio. Todo ello llevó a que TCP/IP se utilizara más, tuvieran lugar las primeras versiones con las consiguientes mejoras en detrimento del modelo OSI.
En la arquitectura TCP/IP se especifica muy poco en las capas inferiores (física y enlace) dejando unos interfaces muy abiertos que pueden variar mucho dependiendo del medio de transmisión que se utilice. Algo parecido ocurre en las capas superiores. No existe nivel de presentación y las funciones de esta capa han sido asumidas por la propia aplicación de usuario. La función de control del diálogo de la capa de sesión se ha trasladado a la capa de transporte.
Comparativa gráfica entre el modelo de referencia OSI y TCP/IP
Imagen en eveliux. Licencia CC.
Comparando TCP/IP con el modelo OSI, hay algunas desventajas en aquel. Una de las características muy positivas de OSI es su modularidad. Es decir, dado que se distingue perfectamente en conceptos como primitivas de acceso al servicio (con las que una capa superior puede solicitar un servicio a la capa inferior), protocolos (lenguaje que utilizan dos capas iguales de diferentes ordenadores para entenderse) e interfaz (límite que distingue el medio de transmisión y la capa de nivel físico), es fácil realizar un cambio de tecnología en este modelo sin que el resto de las capas se vean afectadas. Esto mismo no ocurre en TCP/IP debido a esa libertad o falta de especificación en algunas capas.
Una de las claves del éxito de TCP/IP se debe al protocolo IP (Internet Protocol). Este protocolo asegura el envío de paquetes de un origen a un destino pudiendo pasar por distintos elementos de red intermedios. Esto implica que cada paquete puede seguir un camino diferente y sufrir distintos retardos. Esta característica puede ser importante para el servicio que se esté llevando a cabo y puede ser necesario que se ordenen en el destino. Esta función la hace el protocolo TCP (Transmission Control Protocol).