3. España: la caída del imperio y el triunfo del liberalismo
El siglo XIX fue también para España un siglo revolucionario. Dos fueron los principales procesos revolucionarios que la afectaron:
- las revoluciones nacionalistas de las colonias americanas y asiáticas hicieron que España perdiera el imperio que había formado desde 1492.
- dentro de la propia España se implantaron lenta y progresivamente las ideas liberales.
Al inicio de las guerras napoleónicas, España era todavía dueña de un enorme imperio, que abarcaba toda Hispanoamérica, el archipiélago de Filipinas, frente a las costas de China, y algunos otros territorios en el Pacífico y África.
Cuando España fue invadida por los franceses y muchos españoles tomaron las armas contra el nuevo rey, José I Bonaparte, muchos hispanoamericanos hicieron lo mismo. Lideraban este movimiento los criollos, es decir, los descendientes de españoles nacidos ya en América, cuya posición social era superior a la de los restantes componentes étnicos de la sociedad hispanoamericana: indios, negros y mestizos.
En 1815 Fernando VII recuperó el trono español y restableció el absolutismo. Entonces, los que se habían sublevado en América decidieron cortar los lazos con España. La guerra contra los franceses se convirtió así en una guerra de independencia contra el dominio de España.
Bajo el mando de líderes como Simón Bolívar o José de San Martín, los independentistas lograron derrotar a los partidarios de la unión con España. Entre 1816 y 1828 toda Hispanoamérica, a excepción de Cuba y Puerto Rico, alcanzó la independencia, fragmentándose en los numerosos estados que hoy componen la región. A la vez que ocurría esto, una revolución en Portugal había hecho que el rey portugués se refugiara en Brasil, convirtiéndolo en país independiente.
Cuba, Puerto Rico y Filipinas se mantuvieron unidas a España hasta 1898, cuando tras una guerra lograron independizarse de España con la ayuda de los Estados Unidos. La derrota militar a manos de los Estados Unidos fue sentida como un desastre por los españoles.
![]() |
Modificación propia de imagen en Wikimedia Commons de Ostiudo. Licencia CC BY-SA 3.0 |

Importante
España perdió buena parte de su imperio durante el reinado de Fernando VII (1813-1833).
Mientras España perdía su imperio, grandes cambios políticos sucedían en su interior.
Al regresar a España en 1815 Fernando VII anuló toda la obra revolucionaria de las Cortes de Cádiz (recuerda que las vimos en el tema 2). Restauró el absolutismo y lo logró mantener hasta su muerte, a excepción del paréntesis del trienio liberal (1820-1823).
![]() |
Fernando VII es obligado a jurar en 1820 la Constitución de Cádiz |
Pero tras su muerte, en 1833, estalló una guerra civil entre dos bandos.
- Por un lado estaban los carlistas, partidarios de que fuera rey Carlos María Isidro, hermano menor de Fernando VII. Los carlistas defendían el mantenimiento del Antiguo Régimen.
- Por otro lado, estaban los partidarios de que fuera reina Isabel II, la hija de Fernando VII, que aún era una niña. Como los absolutistas defendían a Carlos, los defensores de Isabel II buscaron el apoyo de los liberales.
De esa forma, la guerra de sucesión se convirtió en una guerra entre absolutismo y liberalismo. La victoria del bando de Isabel II en 1840 significó el triunfo definitivo en España del liberalismo, si bien en su versión moderada.
Durante el largo reinado de Isabel II (1833-1868) se mantuvo un régimen liberal muy inestable, en el que continuamente se sucedían los golpes de Estado militares (se les llamaba pronunciamientos). Además las libertades estaban muy limitadas, empezando porque solo los más ricos podían votar (o sea, que había sufragio censitario).
La llegada al trono de Isabel II, que apenas era una niña, desencadenó una nueva guerra civil en España: la primera de las guerras carlistas. La lucha entre carlistas e isabelinos representó en España la lucha entre el liberalismo y el absolutismo. Los principales focos del carlismo fueron el País Vasco, Navarra, Cataluña y el Maestrazgo, situado a caballo entre Castellón y Teruel. |
![]() |
![]() |
|
Isabel II (reina entre 1833-1868) Imagen en Europeana. Dominio público |
La Primera Guerra Carlista (1833-1840) Modificación propia de imagen en Wikimedia Commons de Tyk. Licencia CC BY-SA 3.0 |
En 1868 se produjo una revolución que expulsó del trono a Isabel II y estableció en España una democracia liberal, con sufragio universal masculino. Se trajo como rey a un príncipe italiano, Amadeo de Saboya. Pero al poco tiempo abdicó (o sea, que renunció al trono), superado por los grandes problemas políticos de España.
Tras su abdicación España se convirtió por primera vez en una República. La Primera República (que es como se conoce) duró solo entre 1873 y 1874. Un nuevo golpe de Estado acabó con la República y también con la democracia, restableciendo una monarquía liberal moderada.
El sufragio universal masculino no volvería hasta 1890. Pero aún quedaba mucho camino por recorrer para lograr una democracia real y efectiva en nuestro país.
![]() |
Alegoría de la Primera República, representada con el gorro frigio, la urna electoral, la espada y el león (1873) Imagen en Biblioteca Digital Hispánica. Licencia CC BY-NC-SA 4.0 |

Importante
El liberalismo se estableció en España durante el reinado de Isabel II (1833-1868), sobre todo como consecuencia de la Primera Guerra Carlista.

Pregunta de Elección Múltiple

Actividad desplegable
4) Ya que estamos con la Historia de España, vamos a hacer un último repaso general. Ordena los siguientes períodos de la Historia de España por orden cronológico
(Sugerencia: No es absolutamente necesario que sepas las fechas exactas. Lo más importante es que retengas el orden en que pasaron las cosas).

Rellenar huecos
5) ¿En qué año se produjo la revolución que trajo por primera vez la democracia a España?