1. Entre la Restauración y la Revolución
Entre 1814-1815 los países que habían vencido la guerra contra el Imperio Napoleónico se reunieron en una reunión de alto nivel, el Congreso de Viena. Allí decidieron el destino de Europa una vez que el imperio había sido derrotado. Dos eran los principales objetivos de los participantes:
- Evitar en el futuro nuevas revoluciones.
- Impedir que otro país lograra hacerse tan poderoso como el Imperio Napoleónico.
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El Congreso de Viena según un dibujo de 1815 |
Trataron de lograrlo de dos formas.
En primer lugar, trazaron un nuevo mapa europeo basado en dos criterios:
- las nuevas fronteras debían basarse en los derechos dinásticos tradicionales de las monarquías europeas, no en los deseos de las "naciones";
- el nuevo mapa debía garantizar el equilibrio entre las principales potencias y reducir el riesgo de conflictos fronterizos entre ellas.
De esa forma, Francia volvió a sus fronteras tradicionales, mientras las principales potencias vencedoras aumentaban sus territorios y se creaban pequeños estados-tapón para separar a las grandes potencias en sus fronteras más conflictivas.
En segundo lugar, se restauró de nuevo el poder a las dinastías absolutistas que habían caído víctimas de la Revolución o el Imperio y se creó la Santa Alianza, una alianza militar destinada a aplastar cualquier revolución que pudiera surgir en cualquier parte del mundo.
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La Europa de la Restauración (1815-1820) En el mapa puede verse como Francia ha vuelto a sus fronteras tradicionales, mientras Prusia, el Imperio Ruso y el Imperio Austríaco han ampliado sus fronteras. Entre ellos y Francia aparecen estados-tapón, como el Reino de los Países Bajos o el de Piamonte-Cerdeña. Modificación propia de mapa de IEG-Maps. Licencia CC BY-NC 4.0 |
Pero la Restauración no duró. Sólo habían pasado cinco años cuando nuevas revoluciones volvieron a estallar. A partir de 1820 numerosos europeos se lanzaron una y otra vez a la calle contra el poder establecido y se jugaron la libertad y la vida por el triunfo de unos ideales.
¿Cuáles eran esos ideales que movieron las revoluciones del siglo XIX?
1) Liberalismo político
Fue el ideal revolucionario más importante durante la primera mitad del siglo XIX.

Importante
Recuerda que viste los principios del liberalismo en el tema 1. Repásalos, que es muy importante.
Desde muy pronto el liberalismo se dividió en dos tendencias.
- La derecha liberal, a la que se llamó liberalismo moderado, defendía un equilibrio entre libertad y orden. Para ello pensaba que las personas con mayor riqueza y mayor nivel de instrucción debían dirigir la sociedad. Por eso defendían el sufragio censitario (recuerda que lo vimos en el tema 2).
- La izquierda liberal, o liberalismo progresista, daba más importancia a la libertad y la igualdad de derechos. El sector más radical de la izquierda liberal era el liberalismo democrático, que consideraba que la opinión de todo ciudadano, rico o pobre, tenía que contar igual para que el Estado defendiera también los intereses de las clases medias y populares. Por eso defendían el sufragio universal masculino (recuerda la definición en el tema 2).
Grafiti en Filadelfia (EEUU)
El voto o sufragio es el rasgo más distintivo del liberalismo político.
Imagen en Flickr de Kevin Ott. Licencia CC BY-NC 2.0
2) Nacionalismo
El nacionalismo fue una fuerza revolucionaria importante desde el comienzo del siglo XIX y protagonizó las revoluciones de la segunda mitad del siglo.

Importante
Para entender qué es nacionalismo hay que entender antes dos conceptos, que muchas veces confundimos:
Una Nación es un grupo humano que comparte una identidad étnica (formada por una misma lengua, costumbres, tal vez religión...), un mismo territorio, una misma Historia y el deseo de ser reconocido políticamente.
Un Estado es la organización política de un territorio independiente.
Entonces, ¿qué es nacionalismo?
El nacionalismo es un movimiento político, surgido en el siglo XIX, que defiende que el Estado debe basarse en el sentimiento nacional de sus habitantes.
El nacionalismo surgió del concepto liberal de soberanía nacional, que convertía a la Nación en el sujeto de poder, y se extendió por Europa con las conquistas napoleónicas.
En un principio el nacionalismo dio cohesión a Estados con un largo pasado, como Francia o España. La idea era identificar todo lo posible el Estado con una sola nación. A ese tipo de estados se les llama precisamente Estado-Nación.
Pero pronto se convirtió en la bandera de pueblos que se encontraban divididos entre diversos Estados o que estaban englobados en Estados más grandes. Esos pueblos reclamaron ser considerados como nación y conseguir su propio Estado.
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Exhibición de banderas nacionales (EEUU) Imagen en PublicDomainPictures.net. Dominio público |
3) Socialismo
Un tercer ideal estuvo presente en algunas revoluciones liberales del período: el socialismo. Lo veremos a fondo en el próximo bloque. Por el momento basta que sepas que para este período llamamos socialismo al conjunto de doctrinas políticas que surgieron tras la Revolución Industrial para defender los derechos de los obreros. Defendían como máximo valor político la justicia social y la igualdad económica y sostenían que para ello era imprescindible limitar o abolir la propiedad privada y fomentar el colectivismo.
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Bandera roja, uno de los primeros símbolos del socialismo Imagen en Flickr de L. Hoagland. Licencia CC BY 2.0 |

Rellenar huecos
Vamos a comprobar si se te han quedado algunas cosas que hemos visto en este apartado.
Como aparecen algunos conceptos políticos que ya hemos visto en el apartado 2 del Tema 1 (principios básicos del liberalismo político) y el apartado 2.2 del Tema 2 (tipos de sufragio), sería conveniente que antes de responder aproveches para volver a repasarlos.
¿Ya? Bien, ahora rellena los huecos.

Actividad desplegable
En este mapa de la Europa de la Restauración hemos ocultado el nombre de algunos países. Identifica qué país se corresponde con cada número.
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Modificación propia de mapa de IEG-Maps. Licencia CC BY-NC 4.0 |