El balance abreviado
El Balance de Situación, también conocido balance contable, balance general o estado de situación patrimonial, es una Cuenta Anual que refleja en un momento determinado la información económica y financiera de una empresa, separadas en tres masas patrimoniales: activo, pasivo y patrimonio neto.
Como vimos en el apartado anterior hay dos modelos de balances que permite la legislación: el normal y el abreviado. Este último es que estudiaremos aquí.
La actualización del balance abreviado es obligatoria como mínimo una vez al año por las empresas que cumplan los condicionantes exigidos por la ley, que son aquellas que cumplan durante dos años consecutivos dos de los tres requisitos siguientes:
- El activo no supere los cuatro millones de euros.
- La cifra anual de negocios no supere los ocho millones de euros.
- El número medio de trabajadores empleados durante el ejercicio no sea superior a cincuenta.
El balance refleja el patrimonio de una empresa en un momento determinado, es un concepto estático, un esquema de los bienes, derechos y obligaciones.
Por definición siempre está en equilibrio, ya que todo lo que se adquiere para el proceso productivo tiene que haber sido financiado de alguna forma por fondos propios o ajenos.
Se subdivide en dos estructuras, que son:
- Estructura económica: constituida por el activo, formada por los bienes y derechos, y otros recursos controlados económicamente por la empresa y de los que se espera obtener beneficios futuros. Es el destino dado a los recursos financieros.
- Estructura financiera: constituida por el pasivo y el patrimonio neto, formada por las fuentes de financiación. Indica la procedencia de las fuentes de financiación de los activos adquiridos.
El balance muestra el equilibrio entre estas dos estructuras, cumpliendo siempre la ecuación fundamental del patrimonio:
Activo = Pasivo + Neto Patrimonial
![]() |
Estructura del Balance de Situación |
Las estructuras del balance aparecen ordenadas:
- La E. económica: de menor a mayor liquidez.
- La E. financiera: de menor a mayor exigibilidad.
De esta forma, y como ejemplo, el dinero en la caja de la empresa es muy líquido, mientras que la nave industrial resulta más difícil y mucho más lento de convertir en dinero en efectivo.
Fondos y valores a favor de terceras personas y la obligatoriedad que existe de devolverlos en cuanto a tiempo e importe.
Facilidad de que un activo puede convertirse en dinero en efectivo.
