Fiel reflejo de la sociedad, la moda barroca nos ayuda a comprenderla en profundidad a lo largo de los siglos XVII y XVIII. Francia será quien domine el mercado de la vestimenta y los adornos acabando con la supremacía italiana que dominó todo el siglo XVI, sobre todo desde el reinado del monarca más poderoso del momento, Luis XIV apodado El rey Sol, y esa hegemonía en las tendencias de la moda que perdura hasta nuestros días se gesta durante estas décadas de monarquía absoluta. Se distinguen tres grandes períodos que van a coincidir con los monarcas franceses: Enrique IV, Luis XIII y Luis XIV, y veremos cómo el caso español fue un poco particular, pues siguiendo los mandatos de recato y austeridad que marcó la Contrarreforma, la moda española se caracterizará por ser más sobria que la del resto de cortes europeas.
Los monarcas franceses impulsaron grandes centros textiles en sus dominios, como fue el vaso de Lyon o de Tour, y dictaron decretos sobre cómo debían ser los atuendos masculinos y femeninos. Así por ejemplo, durante el reinado de Luis XIII se puso de moda el uso de pelucas entre los hombres, y las características gorgueras iban cambiando su diseño según los dictámenes reales.
Veremos por tanto cómo la moda jugó un papel decisivo en la sociedad barroca, cómo creó todo un complejo lenguaje visual al servicio de la imagen de poder y estatus social que las monarquías absolutistas querían reflejar, y cómo más que nunca la moda sirvió para diferencias claramente a las clases sociales de la época.