La música barroca, al igual que ocurría en el resto de las artes, se caracteriza principalmente por el uso de fuertes contrastes para ensalzar el dramatismo y la expresividad, con nuevas formas de canto que resultarán más efectistas y dramáticas que en las épocas precedentes y en general, por el enriquecimiento musical, tanto en la parte instrumental como en la vocal.
En cuanto a las nuevas técnicas, cabe mencionar a las siguientes:
- Ritmo mecánico, que produce fuertes pulsaciones que se repiten sin cesar y que parece estar lleno de vida, conformando una música ya muy del estilo de la música que escuchamos hoy en día.
- Utilización del bajo continuo, esto es, la existencia de una voz principal que lleva la melodía de la pieza a la que acompañan el resto de las voces del coro y los instrumentos, en especial el clavicémbalo.
- Imposición del estilo concertante, que utiliza fuertes contrates entre todos los elementos musicales: voces principales, coros e instrumentación.
- Policoralismo, que consiste en el uso de dos o más coros distintos que añaden un mayor contraste sonoro y por lo tanto, un mayor dramatismo e intensidad emocional. Surgido en las iglesias de Venecia, especialmente en San Marcos por el músico Giovanni Gabrieli, pronto será incluido en todas las composiciones musicales barrocas tanto profanas como religiosas.
- Aparecen nuevos instrumentos como la guitarra, el oboe, el fagot o el timbal y se les da una nueva función a los ya existentes, como ocurre con los instrumentos de la familia de los violines.