4. Termorregulación y ejercicio intenso

4.1. Ejercicio en calor

Estrés por calor

Ejercicio en calor.
Imagen de elaboración propia

Es curioso pensar que en ejercicios de corta duración, la temperatura muscular mejora la función de los músculos de modo que pueden apreciarse incrementos en la ejecución entre un 2-5% por cada 1ºC de temperatura muscular (Racinais & Oksa, 2010). Sin embargo, cuando la temperatura central se incrementa, se experimentan deterioros centrales y periféricos que hacen que el calor sea considerado como un factor ambiental que puede tener un efecto negativo sobre el rendimiento.

El estrés por calor es un factor que debería considerarse tanto por entrenadores como por atletas que compiten al aire libre, por su influencia sobre el rendimiento deportivo. Con los esfuerzos se incrementa la temperatura de los músculos activos y que elevan la temperatura central; de esta forma, cuando la temperatura ambiental es mayor que la de la piel, el cuerpo necesita disipar estos aumentos, y lo hace a través de la evaporación de sudor por el incremento del gasto cardiaco y la FC, lo que nos permitiría disminuir esta temperatura corporal unos 3-4ºC; sin embargo, estos procesos conllevan la eliminación de mucho líquido a través del sudor (entre 3 y 6 litros en función de diferentes factores).

Una revisión reciente evaluó los datos de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) en carreras de maratón entre 2001-2010 con objeto de determinar qué factores ambientales tienen el mayor impacto en el rendimiento de carrera. Había una constante desaceleración de 0,03% por cada aumento de 1°C en la temperatura por encima de la temperatura óptima, y una gran disminución del rendimiento cuando se superaban los 20ºC por encima de estas temperaturas.

El ejercicio en calor resulta en una mayor FC, mayor gasto cardiaco y temperaturas de la piel más elevadas si lo comparamos con ambientes más fríos. Otros estudios han reflejado que el ejercicio en calor se acompaña de mayores concentraciones de lactato y un mayor consumo de glucógeno muscular. Estas alteraciones metabólicas se acompañan de una sensación subjetiva de esfuerzo, e incluso de alteraciones en la función cognitiva, que disminuyen la capacidad para realizar esfuerzos. Parece ser que este agotamiento en condiciones de calor fue el resultado de un fallo circulatorio (una reducción del flujo de sangre en el músculo). Otra hipótesis era que la fatiga puede deberse a la disminución en la disponibilidad de energía, ya que se ha observado un aumento en la tasa de utilización de glucógeno muscular con el ejercicio en calor. Hipótesis actuales proponen que el factor crítico que limita el rendimiento del ejercicio en el calor es una temperatura corporal elevada, en la que un atleta tendrá que reducir su intensidad de ejercicio por riesgo de lesión relacionada con este calor.

Papel de la deshidratación en el pádel.
Video publicado por Escuela de pádel - Rafa Gálvez alojado en Youtube

Consejos para practicar deporte en verano. Dr. Pérez de Ayala, Servicio de Medicina Deportiva.
Video publicado por Policlinica Gipuzkoa alojado en Youtube

El incremento de la temperatura central supone que se pierda líquido para intentar disminuirla, y esta pérdida de líquido puede afectar a la capacidad circulatoria, ya que disminuye el volumen plasmático y conlleva una disminución del flujo sanguíneo. Por hacernos una idea, por cada litro de sudor perdido, la FC aumenta 8 latidos por minuto, y el gasto cardiaco disminuye un litro por minuto, por lo que el rendimiento se vería limitado. De hecho, se ha sugerido que durante un ejercicio prolongado, el estrés producido por el calor incrementa el uso de glucógeno y las concentraciones de lactato en sangre, probablemente debido al incremento en los niveles de adrenalina (la deshidratación y el aumento del calor corporal aumentan estos niveles). Pequeñas pérdidas de líquido son bien toleradas; sin embargo, la deshidratación conlleva grandes pérdidas de sodio que aumentan los calambres musculares.

 

4.2. Ejercicio en frío

Como sabemos, el hecho de que la temperatura disminuya implica que también lo haga la humedad relativa del aire (el aire será más seco). Este hecho hace que el aire deba calentarse antes de llegar a los bronquios, lo que tiene mucha influencia en la práctica cuando esta se realiza en un ambiente frío, ya que la pérdida de líquido emplea otros medios diferentes a cómo ocurría en calor, concretamente ocurre a través de las vías respiratorias. Por tanto, este hecho hace que puedan perderse grandes cantidades de agua durante el ejercicio en estos ambientes.

 

4.3. Ejercicio en humedad

Existe una relación lineal entre la razón de sudoración y la cantidad de humedad del ambiente. De este modo, a mayor humedad, menor será la cantidad de sudor producido por el cuerpo. Por este motivo, aunque sudemos, contribuiremos muy poco al enfriamiento del cuerpo, con las consecuencias negativas que ya hemos reflejado.