2. Narrativas de los Meme
¿CÓMO HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ?
Hay muy pocos hábitos en la formación de un individuo que puedan considerarse naturales, pero nos arriesgamos a decir que una de ellas es la pulsión por las historias, por escucharlas y por contarlas. Dentro de la memética no modificada por herramientas digitales hay una gran variedad de imágenes extrañas, de situaciones que no sabemos cómo han llegado a producirse. Ejemplos:
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Imagen 1 | Imagen 2 |
La capacidad evocativa de una señora mayor en chándal pone en juego toda una serie de referencias intertextuales que van desde el extrañamiento propio de David Lynch a la cocción doméstica de estupefacientes propia de Breaking Bad. En las imágenes no modificadas, por un lado, se percibe a nivel estructural la importancia de internet como archivo de archivos; y a nivel individual, la capacidad para producir historias a través de una simple imagen. El extrañamiento que produce la imagen permite construir la historia de la propia imagen, permite un ejercicio de reconstrucción de la historia de lo que ocurre antes y cómo se ha llegado a ese punto. Se juega con la capacidad de relación de contenidos de la persona que está viendo la imagen, que pone a trabajar su propio imaginario en un proceso de reconstrucción imaginaria. Veremos más ejemplos de cómo poner a jugar este mecanismo en el subtema de las gramáticas del GIF animado.
IMÁGENES DE REACCIÓN
¿Quieres explicar un sentimiento para el que no consigues encontrar las palabras adecuadas? Ahora puedes. Con internet es más fácil mantener conversaciones echando mano de imágenes que expliquen claramente estados de ánimo, estos son memes con intención comunicativa. Los orígenes de las imágenes de reacción se pueden trazar en 1982, cuando Scott Fahlman introducía el emoticono :-) en la red. Estos tres caracteres permitían que se pudiera resumir con facilidad lo que llevaría varias palabras explicar. La complejidad estética del emoticono, así como su capacidad para representar emociones, fue, durante mucho tiempo, en progresivo aumento. La única limitación que encontraba un usuario que quisiera crear un emoticono era material: la capacidad de almacenaje de los ordenadores y, sobre todo, la velocidad de internet. Era cuestión de tiempo; cuando los módems empezaron a dejar de hacer ruiditos, que el lenguaje del emoticono se volviera más complejo.
El uso de herramientas para extraer imágenes de vídeos y editarlas se volvió bastante común. Y, claro, ahí había un nuevo filón. Podemos encontrar a los descendientes más directos del emoticono en nuestra era en los rage comics, una serie de dibujos pobremente pintados con paint que son capaces, en su combinación, de crear toda clase de historias de la comicidad cotidiana. En Cuánto Cabrón, donde hay una asombrosa variedad de tiras cómicas, han hecho una recopilación de todos los rage comics que puedes utilizar para crear tus historias. Esta web tiene un perfil entre adolescente y universitario, por eso la mayoría de sus historias versan sobre problemáticas de la juventud como tener que esperar a que tus padres se vayan de casa para poder cascártela tranquilo. Para que una historia consiga ser publicada y tenga éxito, debe alcanzarse cierto grado de identificación entre los usuarios, un ‘me río porque a mí también me ha pasado y sí, es bastante ridículo’. Esto nos da una idea de la importancia del imaginario común, de las experiencias compartidas. La memética apunta, en ocasiones, a reflexiones generacionales que crean vínculos mimbre de comunidades digitales dispersas, endebles, difusas.
Otras veces, la imágenes de reacción se arrancan de momentos cinematográficos o televisivos. Las telenovelas suelen ser minas de oro para encontrar sentimientos de asco o sorpresa extrema; también el cine de género que va de la B a la Z; momentos televisivos propios del reality show o programas donde se escala el sensacionalismo a cúlmenes estéticos insuperables. El facepalm es una de las primeras que se recuerdan en su categoría, y desde luego una de las más duraderas; la vergüenza ajena no tiene límites conocidos, aún. En el gráfico de debajo podemos ver su uso en internet desde que apareció por primera vez en 2005 el señor Picard tapándose la cara.
Pero las imágenes de reacción no se componen únicamente de expresiones faciales. También puede funcionar, por ejemplo, un hombre golpeando un saco de boxeo o una viñeta de cómic extraída de su contexto. Representaciones que, puestas en el momento adecuado de una conversación, pueden producir un considerable efecto cómico.Recuerda, por último, que es de lo más conveniente disponer de una amplia variedad de imágenes de reacción a mano para cuando se presente la ocasión, la web MyFaceWhen viene a satisfacer esa acuciante necesidad.
EL TITULADO
Y la imagen de reacción nos lleva de la manita a la siguiente herramienta gramatical de la que un meme puede servirse: titular las fotos, introducir texto en ellas. Cuando una imagen de reacción no se reproduce en el contexto de una conversación, es habitual incluir en ella algunas palabritas que den testimonio de una actitud muy reprobable o de un suceso que ocurra habitualmente y que resulte molesto, seguido de la imagen que supone la reacción a este.Hay diversas formas de presentar un título que da sentido a una imagen. Si usas la caja negra alrededor de la foto, es posible que seas considerado un/a viejuno/a. Allá tú. Lo normal es presentar el texto impreso sobre la imagen. Pero también puedes dejar la imagen sin modificar, y que el título vaya en el post que contiene la imagen en alguna plataforma como reddit o tumblr. Vamos a ilustrarlo con un poco de humor negro:
Kennedy deja entrever el potencial que tiene la memética para producir lecturas divergentes más allá de lo exclusivamente lúdico. La memética nos permite reinterpretar el presente y también el pasado; imaginar, en definitiva, mundos posibles. Y la imaginación es una herramienta estupenda para producir cambios en la realidad. Se reinterpreta uno de los acontecimientos importantes del siglo XX, uno de los que ha dado infinitas lecturas conspiranoicas y lo reduce al absurdo, dejando en ridículo el determinismo de la interpretación de tantos acontecimientos históricos. DESBORDAR LAS EXPECTATIVAS.Entre los ingredientes de un meme exitoso siempre hay un porcentaje importante de capacidad de sorpresa. Del extrañamiento del consumidor depende en parte la fuerza de la invitación a seguir fabulando, a seguir modificando.Pongamos que acabas de ver la miniserie Fargo (si no la has visto, deja de leer esto y búscala; eso sí, no antes de ver la peli), y que el malo (Billy Bob Thornton) te recuerda a… Pongamos, Luis Bárcenas. Buscas una captura adecuada y sustituyes la cara de Billy Bob por la de Luis el cabrón, y le añades un diálogo brillante. Ya puedes recostarte en tu silla a esperar a que se extienda el meme. En esta categoría memética entran de nuevo en juego los imaginarios: es en la intersección de referencias muy dispares donde se puede encontrar la inspiración para apuntar certeramente. Pero no debes olvidar una cuestión: la memética funciona muy bien con referencias mainstream: poner a Beyoncé a bailar con un pepinillo puede ser gracioso para mucha gente, poner a Pasolini quizás no.

Actividad
Recapitulemos: el meme se genera y desaparece como creado por combustión espontánea, no responde a ningún tipo de diseño y permite muy poca programación (interesada, de una empresa, o desinteresada, reivindicación social) y desafía cualquier noción determinista que podamos concebir. Además, su maquinaria de reproducción elimina por completo la idea de autor tal y como la venimos conociendo desde el siglo XIX, así que para entrar a jugar a este patio tenemos que dejar el ego en la puerta. Su terreno de juego es el de los imaginarios compartidos y las referencias intertextuales y su efecto se parece mucho al del chiste de toda la vida, pero en vez de producirse ondas de frecuencia, se produce en 0 y 1 de la programación informática. En el fondo responde a la misma necesidad que el chiste: la comunicativa. El oleaje memético constituye comunidades informales y termina tocando la realidad.