Atenas y Esparta: El teatro
Griego I |
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1.º Bachillerato |
Contenidos |
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Atenas y Esparta | ||
El teatro |
Actividad de Lectura
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Representación de Lisístrata |
"Al teatro acudían hombres y mujeres y llevaban con ellos comida y vino, pues en honor a Dioniso los caldos corrían a raudales y todos los excesos eran posibles. Había algo de carnaval brasileño en el jolgorio con que Atenas vivía aquellas fiestas. Y el ambiente de una representación podía parecer el de un campo de fútbol de nuestros días, con los espectadores abucheando, pataleando, aplaudiendo frenéticos y llorando cuando lograban conmoverlos los versos de los poetas. Era tal el guirigay que se organizaba en las representaciones que existía un servicio de orden armado de varas para contener el alboroto e incluso proteger a los actores, tanto si desagradaban al público como si provocaban tal entusiasmo que corrían el riesgo de morir abrazados por sus fans. nunca la poesía ha despertado tanta pasión en un pueblo y puede decirse que en Atenas existían verdaderos hooligans de la cultura [...]
La tragedia fue más que un espectáculo: jamás la poesía en la historia humana ha logrado tal prestigio y nunca, ni antes ni después, se ha identificado tanto un pueblo con los valores éticos o estéticos proclamados por los grandes poetas. La areté ya no era patrimonio exclusivo de la aristocracia, de los "mejores", sino de la orgullosa democracia ateniense".
Javier Reverte, Corazón de Ulises
- ¿Por qué habrían de llevar comida y vino los espectadores? En el texto de Javier Reverte se compara una representación teatral con un partido de fútbol, en el que normalmente no hacen falta provisiones.
- ¿Puedes imaginar una commoción semejante en un teatro actual? ¿Hay manifestaciones de fans a la salida, o eso solo se reserva a los conciertos? ¿A qué crees que es debido?
- ¿Crees que los actores de la Antigüedad estaban tan bien pagados y considerados como los de ahora?
Para saber más
¿Cómo comenzaron los griegos a representar obras de teatro?
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La tragedia fue el género literario por excelencia del período democrático de Atenas. El género nace, prácticamente, en el siglo V. Esquilo gana su primer premio como dramaturgo cuatro años después de la batalla naval de Salamina. Sófocles y Eurípides mueren justo al final de la Guerra del Peloponeso, entre 406 y 405 a.n.e. Son los dos hitos que enmarcan el período en que florece el drama ático.
No es casualidad. Las representaciones son verdaderos acontecimientos sociales, participativos, organizados por el Estado, que además pagaba su entrada a los ciudadanos más pobres, para que, como en las reuniones de la Asamblea, todos estuvieran allí.
Los autores se ven impelidos así a escribir sus obras para un público variado, y han de fijar sus temas y reflexiones en lo universal. La materia que eligen es el mito: ofrece suficiente variedad de personajes y de temas, pero también preguntas y lecciones de interés general.
Las historias míticas eran conocidas por todos y no podían ser cambiadas en esencia. pero los autores eran libres de interpretarlas y elegir los momentos culminantes que deseaban desarrollar en sus tragedias. Son ricas en simbología y parcas en anécdotas.
La tragedia no buscaba el realismo. Los actores, siempre hombres, llevaban máscaras de expresiones patéticas; tacones para aumentar su estatura; el coro amplificaba toda acción en el escenario. Los hechos que se narraban distaban mucho de ser corrientes: crímenes, sufrimientos extremos, destinos aborrecibles e ineluctables... todo ello sobre seres humanos mortales que resultan engrandecidos por sus terribles experiencias.
Al igual que en el resto de Grecia, había en Atenas ciertas danzas relacionadas con Dioniso, que se ejecutaban acompañadas de cantos. Desde época muy antigua se había establecido como manifestación artística este género con el nombre de ditirambo. Se refería un mito y se ilustraba con cierta acción. Este tipo de canto desembocaría en la lírica coral, pero dio también lugar a la tragedia. En principio esta contenía una gran parte de canto y danza y una pequeña acción a cargo de un solo actor. Luego, en tiempos de Pisístrato, el número de actores aumentó de uno a dos, incluso a tres o a cuatro, nunca a más, en tanto que el coro quedó fijado en quince miembros.
La representación se hacía en un espacio circular, la orchestra, junto a la cual había un estrecho escenario. Detrás, una decoración simple y convencional: el frontispicio de un palacio con una ancha puerta en el centro y entradas o salidas a ambos lados. La representación se hacía al aire libre, y no había telón, aunque sí con el tiempo paneles que se podían girar para variar el decorado e incluso "efectos especiales" para simular, por ejemplo, la bajada de un dios.
Los actores
En el siglo V la duración en cartel de una pieza se limitaba a una representación única, normalmente en al marco de las grandes Dionisíacas, verdadero festival literario-musical que comprendía un día entero de ditirambos, otro de comedia y tres más de tragedia.
En las representaciones del ditirambo, no había actores. Tespias introdujo el primero, añadiendo Esquilo y Sófocles el segundo y el tercero. Junto a ellos había en la orchestra otros figurantes.
En un principio los poetas eran quienes elegían a los actores (a veces ellos mismos representaban un papel). Más tarde, cuando se oficializaron los certámenes, surgió la necesidad de contratar actores profesionales.
Los actores eran siempre hombres, tanto para los papeles masculinos como femeninos. Para adoptar una apariencia femenina, usaban la prosternida, para imitar el busto femenino, y la progastrida, para el abdomen. Para impresionar usaban coturnos (zapatos de madera de tacón alto). Vestían túnicas largas con rayas verticales. Pero el elemento esencial de la caracterización era la máscara, que debían llevar siempre.
Los actores eran personas que gozaban de gran respeto y consideración en toda Grecia. No solo eso: muchos hicieron fortuna, ya que era una profesión muy bien pagada.
El coro
Antes de que Sófocles introdujera algunos cambios en el drama, el coro constaba de doce miembros. Sófocles añadió tres más. Los quince entraban en la orchestra en filas de tres en fondo. El guía del coro (corifeo) iba en el centro de la primera fila. El corifeo era cantante y danzarín profesional. El resto de los componentes eran amateurs.
El coro representaba la voz de la sociedad y la moralidad, y compartía el pathos con los héroes. Su papel, en principio de gran importancia, fue perdiendo consistencia.
Caracterización
No disponemos de mucha información sobre los atavíos, ya que se trata, lógicamente, de materiales perecederos. Pero la cerámica nos da algunas pistas.
Las ropas sirven para representar el sexo y la posición social del personaje. Además, en las primeras épocas del teatro, se usaba también la pintura corporal. Con el tiempo se llegaron a utilizar otros elementos como pieles y plumas de animales (por ejemplo, en las comedias de Aristófanes).
Las vestimentas reales incluian los habituales chiton e himation, aunque con más adornos.
La cerámica no permite suponer que el uso de los coturnos fuera obligado, ya que muchos actores aparecen sencillamente calzados.