4. Migraciones exteriores. Factores, evolución, cambios y resultados. Índices de medida.

Las migraciones transoceánicas durante el siglo XX

El principal flujo emigratorio hacia el exterior se inició en el último cuarto del siglo XIX, y alcanzó su nivel máximo en las primeras décadas del XX. En aquella época, América se encontraba en una situación económicamente boyante, y para los españoles de entonces (como también para otros muchos europeos), la emigración a América era una forma de mejorar sustancialmente el nivel de vida que aquí existía.

De esta forma, no es extraño que entre los comienzos de siglo y el año 1914, emigraran más de medio millón de personas desde España hacia América. Para comprender el impacto de esta cantidad sobre la población española del momento, es necesario recordar que por aquel entonces el número de españoles era casi dos veces y media menos del que es ahora.

La Primera Guerra Mundial puso fin a esta sangría demográfica. Al estallar la guerra fue preciso aumentar la producción industrial y agrícola para abastecer a los contendientes y en ese momento todas las manos eran necesarias en el Viejo Continente.

La depresión económica de los años treinta también fue un grave obstáculo para el mantenimiento de esta emigración. Pero cuando acabó la Guerra Civil (momento en el que muchos miles de españoles se vieron obligados al exilio y marcharon a América), y sobre todo cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, el flujo migratorio transatlántico volvió a reactivarse con renovada fuerza.

Así, se estima que entre 1945 y 1959 más de 400.000 personas dejaron nuestro país con destino al continente americano. Durante esta época, América seguía concitando los sueños de muchos españoles, pero su momento dorado estaba a punto de pasar y otras realidades económicas se imponían.

A partir de los años sesenta, era una Europa en plena reconstrucción la que necesitaba manos para sus industrias, y de esa forma, el flujo demográfico hacia América se paralizó hasta prácticamente desaparecer en muy poco tiempo.

Emigrantes hacia América

Emigrantes hacia América en las primeras décadas del siglo XX
Imagen en Wikimedia Commons de Aude bajo CC

De Jaén a Frankfurt, pasando por Barcelona.

En 1945, la mayor parte del continente europeo se hallaba destrozado. Seis años de guerra aniquiladora habían destruido la mayor parte del sistema industrial de muchos países del continente y habían arrasado un gran número de ciudades.

Los años de postguerra fueron durísimos en la mayor parte de los países contendientes, pero ya en la década de los cincuenta se inició una rápida reconstrucción.

Sin embargo, la población que vivía en esos territorios había sufrido también mucho el impacto del conflicto bélico, y faltaban las manos para ayudar a la reconstrucción de esos países.

España, por aquella época, era, por el contrario, un país con una población en continuo crecimiento, y con una economía que no ofrecía trabajo a tantas manos jóvenes como existían.

De esa doble situación se deriva el hecho de que, desde comienzos de los años sesenta hasta mediados de los setenta, un elevado número de jóvenes españoles decidieran hacer las maletas y buscar trabajo en países como Alemania, Francia, Suiza, Bélgica, etc. Estos países necesitaban personas dispuestas a trabajar por un sueldo no muy elevado para los habitantes de estos territorios, pero que, sin embargo, sí lo era para quienes abandonaban una España que todavía era pobre y atrasada, en muchos aspectos.

Fue en las regiones del sur, particularmente en Andalucía, Extremadura y las dos castillas, donde la población en edad de trabajar comenzó a desplazarse en busca de un trabajo mejor. Jaén y Córdoba especialmente, fueron dos provincias en las que el número de salidas registradas alcanzó un volumen muy elevado.

El destino eran las grandes ciudades industrializadas de Europa Occidental. Muchos de esos emigrantes recalaron en regiones del norte de España, en particular en Cataluña y en el País Vasco, pero muchísimos, acabaron asentándose en los países antes mencionados donde contribuyeron enormemente con su esfuerzo.

Curvas de emigración desde España hacia Europa

Curvas de emigración desde España hacia Europa
durante las décadas de los años sesenta y setenta del siglo XX
Imagen en Wikimedia Commons de Pastranec bajo CC

Más de cinco millones de recién llegados, en poco más de diez años.

En las últimas décadas del siglo XX, la economía española experimentó un cambio sustancial. La entrada en la Comunidad Europea en 1986 supuso un revulsivo económico, y el nivel de vida comenzó a crecer de forma considerable. Los salarios aumentaron y se produjo un incremento en los puestos de trabajo. Pero muchos de estos puestos no estaban bien remunerados, de manera que los trabajadores del país preferían buscar mejores formas de vida en una coyuntura en la que se creaba empleo con un salario más elevado.

Alguien tenía que hacerse cargo de los empleos peor remunerados y, al igual que sucedió con los españoles en la década de los sesenta en Europa (solo que en el sentido contrario), para ocupar dichos puestos, comenzaron a llegar numerosas personas procedentes de otros países en los que el nivel de vida era considerablemente más bajo que el de España.

A finales de la década de los noventa y en los primeros años del siglo XXI el flujo inmigratorio hacia España fue considerable. Tanto, que llegó a haber años en los que se estimó que el número de personas que se asentaron en el territorio español debió acercarse al millón de inmigrantes. Se trata, sin embargo, de cifras muy difíciles de comprobar dado que buena parte de esos inmigrantes llegaban de forma ilegal y carentes de documentación, por lo que era muy difícil saber cuántos fueron en realidad.

Los diversos cálculos estiman que en un período de algo más de diez años (1996 - 2008), más de cinco millones de personas (quizás seis) pudieron asentarse dentro de nuestras fronteras, aunque las cifras están sujetas a revisión y, probablemente, nunca será fácil ni completamente fiable saber cuál fue el número exacto de inmigrantes.

Las consecuencias que esta masa humana ha tenido sobre la demografía española ya las hemos estudiado en los temas y unidades anteriores. Más adelante haremos referencia a los beneficiosos efectos que en general han conllevado también para la economía, aunque a su vez, no debemos olvidarlo, han provocado nuevos problemas que durante el pasado no existían en la sociedad española. Pero en general, hay que reconocer que su aportación ha sido muy positiva, en casi todos los sentidos.

Inmigrantes en España según su país de origen
Inmigrantes en España en 2008, según su país de origen
Imagen en Wikimedia Commons de Migangbat bajo CC

La emigración ha sido un recurso tradicional en España como fórmula para solucionar el bajo nivel de vida o el desempleo. Comenzó en el siglo XVI, teniendo como destino el continente americano, y se incrementó a finales del siglo XIX y principios del XX. América fue el destino más habitual de quienes se marchaban de España hasta que, a partir de los años sesenta del pasado siglo, Europa se convirtió en el objetivo de la mayor parte de los emigrantes que buscaban trabajo fuera de nuestras fronteras.

Desde época muy antigua, España ha sido un país al que han llegado numerosos pueblos y civilizaciones exteriores. Pero a partir del siglo XVII, esa tendencia se invirtió y, hasta finales del XX, no se volvió a iniciar un proceso similar a gran escala. En la última década de ese siglo y en la primera del siguiente, más de cinco millones de personas llegaron a nuestro país procedentes de todos los continentes. El futuro no es para ellos, sin embargo, tan esperanzador como el pasado inmediato.

Evolución de la población extranjera en España

Evolución en procentaje de la población extranjera en España
Imagen en Wikimedia Commons de Davius bajo CC

Pregunta de Elección Múltiple

Pregunta

El hecho clave que dio pie al comienzo de la numerosa emigración española hacia el continente europeo fue:

Sugerencia

El estado franquista se mantuvo aislado durante las primeras décadas de su mandato, sin embargo, existió un hecho clave que favoreció la salida de personas al extranjero en busca de mejores oportunidades laborales.

Respuestas

El final de la Guerra Civil en 1939.

El final de la Segunda Guerra Mundial en 1945.

El Plan de Estabilización Económica de 1959.

La Crisis del Petróleo en 1973.

Retroalimentación

Grupo de refugiados

Durante la Guerra Civil, muchas personas, como estas de Málaga,
tuvieron que huir de sus hogares para refugiarse en otros sitios más seguros
Imagen en Wikimedia Commons de Goldorak bajo CC

Importante

  • Asilado: Se llama así a la persona que ha huido de su país y ha buscado protección en otro para que no se le persiga por motivos políticos, religiosos o ideológicos.
  • Desplazado: Es el nombre que reciben las personas que debido a una serie de motivos (catástrofes naturales, guerras, persecuciones, etc.) han debido abandonar su país de origen y se han tenido que marchar a otro lugar donde haya una condiciones más favorables para vivir.
  • Inmigración ilegal: Hace referencia a las personas que entran en un país o en un lugar sin tener documentación válida que les permita el acceso al mismo. Ha sido muy frecuente en España durante los primeros años del presente siglo.
  • Interculturalidad: Intercambio que tiene lugar entre personas de distintas civilizaciones que viven en un mismo territorio.
  • Migración exterior: Traslado de las personas desde su país o lugar de origen hacia otros lugares distintos. Frecuentemente se le aplica al caso de quienes emigran de un país hacia otro.
  • Multiculturalidad: Convivencia que tiene lugar entre personas de distintas culturas o civilizaciones sin que tenga que existir un intercambio cultural entre las mismas.
  • Refugiado: Es la persona que tiene que huir de un país por motivos de diversa índole, y que se ve obligado a desplazarse a otro que no es el suyo, generalmente en condiciones muy malas de vida.
  • Retornados: Es el movimiento de personas que regresan a su país después de haberlo abandonado para buscar una vida mejor en otro lugar. Fue muy frecuente en España a finales de los años setenta y principios de los ochenta del siglo pasado.