1.2. La teoría de la atribución

¿Por qué hoy no ha ido Juan a trabajar?, ¿por qué he suspendido el examen?, ¿por qué será tan antipático Luis y tan simpática su hermana Elena?, ¿por qué no ha respondido aún al whatsapp que le mandé hace una hora?, ¿qué habrá ocurrido para que llegue tan tarde al cine?, ¿a dónde irá esa persona con tanta prisa?

El ser humano es curioso por naturaleza y siempre se pregunta por las causas de las cosas, necesita saber el por qué para satisfacer su curiosidad. En el ámbito social sucede lo mismo, siempre intentamos buscar un motivo que explique el comportamiento de los demás y el propio, principalmente los anómalos.

Para explicar esta inquietud y el proceso mental que seguimos para hacer nuestras deducciones, el psicólogo austríaco Fritz Heider ideó la “Teoría de la atribución”. Heider dice que todos hacemos análisis conductuales de las personas, y de nosotros mismos, a partir del comportamiento observado y, además, que atribuimos las causas de este a factores de naturaleza interna o externa. Los internos son aquellos que tienen su causa en el carácter de la propia persona y los externos aquellos que vienen causados por elementos ajenos a dicha persona.

Hay que tener en cuenta que al ser apreciaciones subjetivas, en parte nos estamos reflejando en ellas al verter inconscientemente nuestros análisis, temores, prejuicios, nivel de autoestima, confianza… De hecho, dependerá de nuestro estado de ánimo el resultado del análisis que hagamos.

Imaginemos que nos acabamos de enterar de que a un compañero de trabajo lo han ascendido, si es un buen amigo nos alegraremos por él y pensaremos que se ha merecido el ascenso porque trabaja mucho. Pero imaginemos ahora el caso contrario, no es nuestro amigo, entonces pensaremos que lo han ascendido porque es un adulador del jefe o que ha tenido suerte y que nosotros nos lo merecíamos más.

Como no hay criterios que sustenten nuestros análisis, muchas veces estos son erróneos y basados meramente en suposiciones, por lo que son falsos. Estos juicios reciben el nombre de “sesgos” y los más importantes son:

• El error de atribución, consiste en explicar el comportamiento de los demás atendiendo más a causas internas que a las externas. Es decir, solemos ponernos en lugar del otro para saber por qué ha actuado de una manera determinada.
• El del actor-observador, cuando hacemos algo justificamos nuestro comportamiento porque conocemos qué lo ha originado, pero si lo vemos desde fuera no somos capaces de contextualizar qué ocurre, ya que solo conocemos lo que vemos y no lo que lo ha causado.
• El sesgo de autocumplimiento,cuando algo nos sale bien, nos atribuimos el mérito del éxito, pero cuando algo nos sale mal, culpamos a otro de nuestro fracaso (pensar en esto si suspendéis un examen…)

En el siguiente video nos hablarán de ellos: