3. Las fobias

Podríamos hablar de la fobia como un caso particular de un trastorno más general que es el de la ansiedad.

Son el trastorno emocional más frecuente y consisten en un temor desproporcionado hacia objetos o situaciones determinadas. Las consecuencias son estados de ansiedad o ataques de pánico que conllevan un bloqueo en el comportamiento de la persona y en su gestión de la situación.

La diferencia entre el temor fóbico y el no patológico consiste pánico afecta a la propia interpretación mental de la situación, incapaz de una calibración racional de la situación real. Así, en una situación de fobia:

  • Se provoca una inmediata activación vegetativa que comprende aspectos como taquicardia, sudoración, sequedad de la boca, desorientación, sensación de falta de aire, etc.
  • Una activa una conducta de evitación y de escape que genera perturbaciones motoras tales como voz temblorosa, reacciones motoras de rigidez, movimientos desordenados, etc.
  • Se anticipan mentalmente situaciones catastróficas: por la situación, por el propio estado somático, etc.

Fobia
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Reflexión

Fobia a volar

Imagen en Uihere. Dominio público

Una de las fobias más extendidas son las que se relacionan con el uso de transportes, fundamentalmente el avión. La respuesta de temor que el mismo provoca no se debe tanto a una evaluación racional de su peligrosidad, sino a circunstancias de afectación subjetiva que favorecen una mayor sensibilidad ante el medio: los protocolos de embarque, la falta de espacio, el ruido, la altura, la imposibilidad de abandonar la nave a voluntad propia, etc.

En este contexto, podríamos determinar que un pasajero experimenta una situación de fobia en tales circunstancias:

El temor inicial que le acompaña al volar se acrecienta súbitamente por cualquier situación que al resto del pasaje le pasa desapercibida: un ligero cambio de rumbo, un incremento o una disminución de la presión sonora del motor, una sensación de subida de la temperatura, una sacudida por perturbación, el temblor de los maleteros, la expresión seria de una azafata, etc. Tal señal inocua provoca que, de modo repentino:

Imagen en pxfuel. Dominio público

  • Al sujeto afectado se le acelere el ritmo cardíaco, se le dilaten las pupilas, le empiecen a sudar las manos y sienta falta de aire, por lo que su respiración se acelera y se hiperventila.
  • Sienta la necesidad imperiosa de salir y ponerse a salvo, reconociendo a su vez que es imposible, por lo que los minutos se eternizan. Segrege tal cantidad de cortisol que sus articulaciones se pongan rígidas y se provoquen movimientos compulsivos: frotarse los brazos, estirar y recoger las piernas, agarrarse al asiento delantero, rodearse hacia atrás, mirar hacia a todos lados, etc.
  • Su mente se acelere y ya no sea capaz de concentrarse en una lectura o la película que estaba viendo. Su mente se obsesione imaginando una y otra vez que el motor comienza a arder, el fuselaje o las alas se desprenden, la cabina se llena de humo irrespirable, su asiento se precipita al vacío, etc.,  mientras su tensión crece hasta provocarle la axfisia o la muerte por infarto.

¿Piensas que podríamos hacer algo para romper la cadena de tensión y ayudarle en una situación así?, ¿existen medidas de atenuación que nosotros podamos poner en práctica si somos los afectados?

Para saber más

¿Una fobia es un miedo?

Aunque puedan parecer lo mismo no lo son, ya que el miedo es una reacción universal (la tenemos todos) y su función es la supervivencia del individuo ya que nos avisa de un peligro y nos ayuda a evitarlo o confrontarlo de un modo adecuado. En cambio, una fobia, como ya hemos visto, es un temor que paraliza y que puede estar originado por elementos que no tienen que provocar miedo como: un payaso, insectos, lugares abiertos o montar en un coche.


Las fobias más comunes son:

  • Claustrofobia: miedo a los espacios cerrados.
  • Agorafobia: miedo a los espacios abiertos o a las aglomeraciones de gente.
  • Glosofobia: miedo a hablar en público.
  • Acrofobia: se trata del miedo a las alturas.
  • Hemofobia: miedo a la sangre.
  • Aerofobia: es el tan común miedo a viajar en avión.

Para saber más

Aunque las fobias pueden aparecer en la adolescencia o en la edad adulta, suelen originarse por experiencias traumatizantes, influencias relativas a ciertos objetos o situaciones o por circunstancias que se arrastran desde la infancia. Así por:

  • Traumas infantiles directos vividos con el objeto en cuestión. Haber sido mordido de pequeño por un perro y tenerles miedo a estos.
  • Traumas infantiles indirectos, se ha vivido una experiencia traumática y se desplaza esta hacia un objeto específico distinto. Haber sufrido maltrato constante cerca de una vía de tren y desarrollar un miedo hacia estos.
  • Conductas aprendidas de los padres. Si los padres tienen miedo a montar en barco, por ejemplo, este miedo lo mantienen los hijos.

Importante

  • Las fobias son el trastorno emocional más frecuente, suelen originarse en la infancia y consisten en un temor excesivo hacia un objeto o situación que se están dando o que se van a dar en un futuro inmediato. Las consecuencias son un bloqueo en el comportamiento de la persona y en su gestión de la situación.

Para saber más

El enfoque terapéutico.

Dado que la fobia es un caso particular de un fenómeno más amplio como es el trastorno de ansiedad, el tratamiento va dirigido en la misma dirección.

Los tratamientos de las fobias son comunes en al ámbito de la psicología clínica, ya que se trata de un trastorno que puede provocar importante limitaciones es aquellos sujetos que la padecen. Así serios inconvenientes laborales y sociales derivados del miedo a salir de casa, desplazarse, acudir a ciertos espacios, participar en eventos, etc., que muchas veces provocan bajas o inhabilitación laboral y/o estados depresivos.

Entre los medios empleados por la psicología para su superación se encuentran estos dos:

  • La terapia de exposición, de fundamento conductista, consistente en una progresiva exposición, en contextos controlados, al objeto o la situación que provoca temor. Logra que de un modo progresivo se vaya debilitando la asociación entre el estímulo y la respuesta no deseada.
  • La terapia cognitivo conductual, que combina el procedimiento anterior con otros de carácter cognitivo con los que se tiende a generar confianza y un mayor control sobre los pensamientos irracionales.

La psicóloga Isabel Menéndez Benavente nos habla en este vídeo de la naturaleza de las fobias y del enfoque terapéutico de la psicología.

Vídeo de Salud Emocional MedicinaTV en Youtube

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