3. Principios básicos del entrenamiento deportivo

Cuando el entrenador pretende planificar una secuencia lógica de tareas para alcanzar los objetivos propuestos según el sujeto a entrenar, este debe prestar atención a, y respetar, según Vasconcelos (2005), una serie de principios y normas que regulan el entrenamiento deportivo, siendo estos:

  • La unidad entre preparación general y específica

    El desarrollo de un deportista debe estar planificado, teniendo en cuenta una formación general junto con una formación específica, puesto que, según Matveev (1983), cuanto más amplio sea el conjunto de hábitos motores desarrollados por el deportista, más favorables serán las premisas para que se desarrollen nuevas formas de movimiento.

    De esta manera, Vasconcelos (2005) nos muestra la relación entre la formación general y la específica a lo largo de la carrera del nadador, considerando el volumen total de la carga, no siendo constante la correlación entre la formación general y específica a lo largo de las diferentes etapas:

     

    CLASIFICACIÓN DEPORTIVA FORMACIÓN GENERAL (%) FORMACIÓN ESPECÍFICA (%)
    1er año cadetes 70 30
    2º año cadetes 60 40
    Infantiles 50 50
    Juveniles 40 60
    Juniors 30 70
    Seniors 20 80

     

  • La continuidad del proceso de entrenamiento

    El entrenamiento debe considerarse como un proceso de desarrollo del deportista que se consigue de forma continua en el transcurso del tiempo, puesto que debemos tener en cuenta que las adaptaciones que se producen en el organismo a nivel de órganos y sistemas son reversibles; es decir, que cada vez que se interrumpe un entrenamiento en el tiempo, existe una disminución del nivel de rendimiento, por lo que debemos procurar que los propios intervalos de tiempo entre unidades de entrenamiento no sean demasiado largos para asegurar el progreso en el entrenamiento deportivo, siendo el volumen y la intensidad los componentes determinantes del plan de entrenamiento.

     

  • El aumento progresivo de la carga

    Zhelyazkov (2019) denomina dicho principio “adecuación y utilidad de las cargas de entrenamiento”, e indica que está vinculado con la cuestión de su variabilidad.

    El aumento del volumen y de la intensidad es un factor necesario para el desarrollo del estado de entrenamiento del deportista, puesto que, una vez que el organismo se ha adaptado a una carga, necesitamos incrementarla para que vuelva a ser un estímulo que nos entrene.

    Así pues, el orden metodológico para aumentar progresivamente la carga debe atender a:

  1. Aumento de la frecuencia de entrenamiento (número de entrenamientos / semana / día).
  2. Aumento del volumen de carga por unidad de entrenamiento con igual densidad de estímulo.
  3. Aumento de la densidad de estímulo en la unidad de entrenamiento.
  4. Aumento de la intensidad del estímulo.
  5. Incrementos no-nomotónicos.

 

  • La alternancia de los contenidos del entrenamiento

    Entendiendo por alternancia la división del proceso de entrenamiento en fases o periodos, integrando correctamente el desarrollo de las capacidades físicas, técnicas y tácticas, debemos considerar que el año de entrenamiento se divide en tres periodos: preparatorio, competitivo y transitorio.

    Pues bien, dicho principio nos indica la necesidad de alternar a lo largo de los diferentes periodos los contenidos a desarrollar, de manera que si existe un desarrollo de las capacidades físicas de forma sistemática, las nuevas adaptaciones serán más estables y duraderas.

    Ahora bien, Zhelyazkov (2019) además considera como principios fundamentales del entrenamiento deportivo:


    • La orientación hacia los máximos resultados

      Dicha orientación incide sobre la estructura y el contenido del entrenamiento, la selección de medios y métodos, el carácter de la carga y la magnitud de la misma, la periodización, etc. Poniendo de manifiesto una tendencia cada vez mas mayor hacia una gran especialización e individualización de la preparación del deportista.


    • Carácter cíclico del proceso de entrenamiento

      Todo proceso de entrenamiento planificado presenta un carácter fásico, tanto en el estado del entrenamiento como en la forma deportiva, como son la consecución, la conservación en la medida de lo posible y una pérdida temporal de la misma.

      Así pues, este carácter cíclico va a venir determinado por la manera en que están vinculados los distintos elementos del entrenamiento (preparación física y técnica, preparación física general y especial), la correlación entre los parámetros de la carga y la secuencia a seguir en el proceso del entrenamiento (microciclos, mesociclos, macrociclos).

El incremento de la carga no-nomotónico hace referencia a que la carga se presenta por debajo de los niveles alcanzados en fases anteriores del ciclo de entrenamiento. Así pues, podemos decir que incluye una fase de descarga después de un aumento de la carga de entrenamiento.