3.3. Acerca del orden de palabras en la oración
En latín es normal que cuando hay sintagmas integrados por una preposición y su sustantivo en acusativo o ablativo, si el sustantivo lleva un complemento del nombre en genitivo, éste se coloque entre la preposición y su caso. Veamos varios ejemplos:
En esta oración la preposición ex no puede acompañar el sustantivo oppidi, genitivo singular de oppidum -i «ciudad». Esta preposición solo puede ir con ablativo. Por tanto, hay que seguir buscando su caso en ablativo. El sustantivo siguiente, moeniis, sí puede ser ablativo plural (moenium -i «muralla»). Entre la preposición ex y su caso moeniis el latín suele colocar el genitivo, complemento del nombre. Recuerda que en latín los complementos del nombre (CN) se colocan delante de su sustantivo. El orden en castellano sería: «de las murallas de la ciudad» (* ex moeniis oppidi). Debemos traducir oppidi detrás del sustantivo moeniis con la preposición «de».
Otro ejemplo:
La preposición cum acompaña a filiis (filius -ii «hijo»), que va en ablativo plural. Entre la preposición y su caso aparece el genitivo domini (dominus -i «señor»), en función de complemento del nombre (CN) de filiis. En castellano, domini debe traducirse después de filiis, con la preposición "de": «los hijos del señor».
Comprueba lo aprendido
Completa los huecos, traduciendo del español al latín.