6. Pruebas, implantación y mantenimiento

Pruebas, implantación y mantenimiento
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Por estar estas tres etapas del ciclo de vida del software (pruebas, implantación, mantenimiento) fuertemente relacionadas, se tratarán en un único apartado. Son etapas complementarias pero necesarias antes del uso real del sistema.

En este punto del camino, podría pensarse (una vez analizado, diseñado e implementado el sistema) que el trabajo del equipo informática ha terminado. Sin embargo, el proyecto aún no se ha cerrado.

En lineas generales, faltaría probar que todo lo que se hecho hasta ahora se ha hecho bien. Para ello es necesario probarlo e implantarlo para verlo en funcionamiento y poder detectar así posibles fallos, mejoras, etc.

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1. Pruebas del sistema

Hablar de pruebas es hablar de calidad, y aunque durante todo el proceso de análisis y diseño se intenta que esta se cumpla, pueden aparecer errores que sin la fase de pruebas serían imposibles de detectar y por tanto corregir.

En esta fase, se somete a cada módulo a una batería de pruebas, llamados planes de pruebas, con el objetivo de comprobar que todo funciona correctamente.

Los diferentes tipos de pruebas podemos clasificarlos:

  • Según la forma en la que se realizan:
    • Pruebas de caja negra: comprueban el funcionamiento de un módulo a través de su interfaz, sin entrar en ver su funcionamiento interno. Para ello, se estudian los valores límites, datos erróneos y datos equivalentes.
    • Pruebas de caja blanca: se centran en en cómo un módulo resuelve un determinado problema atendiendo a los detalles internos de implementación.
  • Según el momento de realización:
    • Pruebas unitarias: su objetivo es comprobar el funcionamiento de un componente individual, aislado del resto del sistema.
    • Pruebas de integración: en este caso se comprueba, después de haber probado componentes individualmente, que funcionan correctamente cuando trabajan juntos (integrados).
    • Pruebas de subsistema y de sistema: comprueban que, módulos (subsistemas) probados individualmente, funcionan correctamente cuando trabajan juntos. Los fallos que suele producirse se deben a una errónea comunicación entre subsistemas.
    • Pruebas de carga: usamos datos reales de ejecución para simular el funcionamiento del sistema.
    • Pruebas de aceptación: son las últimas pruebas que se realizan esta etapa del ciclo de vida. Su objetivo es obtener el visto bueno del cliente sobre la calidad de funcionamiento del sistema desarrollado y probado. En este sentido, se muestra al cliente el sistema completo.

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2. Implantación del sistema

Se habla de puesta en producción o implantación del sistema a las actividades que se realizan para instalar la aplicación en las máquinas del cliente y ponerlas en funcionamiento.

En esta etapa será necesario considerar la posibilidad (según el caso) de un período de transición o directamente implantar el sistema. En ocasiones, la implantación puede suponer el contar con recursos adicionales (hardware y/o software).

Como se ha comentado, las últimas pruebas a realizar (de aceptación) son necesarias para, marcar el cierre del proyecto y considerar así el sistema implantado.

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3. Mantenimiento del sistema

El mantenimiento del sistema supone, implícitamente, que éste puede estar sujeto a cambios en su estructura, aspecto y funcionamiento durante todo el tiempo que se utilice. Así, estos cambios son la mejor forma de evitar que el sistema quede obsoleto y tenga que ser reemplazado por otro mejor, más moderno, más completo.

Tres son los tipos de cambios que gestionan las tareas de mantenimiento:

  • Depuración de errores: aunque se ha intentado respetar criterios de calidad y se han realizado las pruebas correspondientes, pueden aparecer errores que a priori no habíamos visto. El uso cotidiano del sistema puede hacerlos visibles y poder así depurarlos.
  • Cambios de requisitos: aunque en principio se fijaron con el cliente unos requisitos puede que, una vez visto el sistema funcionando, se establezcan o cambien algunos.
  • Mejoras y ampliaciones: su objetivo es considerar la posibilidad de dotar al sistema de nuevas funcionalidades.

Objetivos

Formación de los usuarios del sistema

Curiosidad

Implantar el sistema implica una formación de los usuarios que usarán el sistema. En este sentido, el plan de formación incluye manuales y cursos.

Los primeros deben ser precisos y emplear un lenguaje claro, ya que no estará presente ningún técnico al usarlos. Los manuales de usuario son también conocidos como guías de usuario.

La recomendación principal al diseñar un curso de formación es que debe ser práctico, para ayudar al usuario a aprender a trabajar con el sistema desarrollado.